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3x19 NUEVE REINAS

Una mujer joven, bien vestida con una blusa blanca y una falda negra hacía ya su tradicional caminata hacia la máquina de café en un piso de algún edificio simbólico de Chicago. Al llegar a su destino, echó unas moneditas en la ranura y acercó su boca hacia un pequeño micrófono incrustado en la máquina y nombró el estilo de café que quería tomar. Acto seguido, cayó el líquido marrón y caliente en un vaso de plástico, acompañado de espuma y de un terrón de azúcar, la mujer lo cogió y sorbió mientras veía por los ventanales los rascacielos colindantes de la metrópolis de Chicago. La joven que tenía el pelo rizado y de color rojo, acorde a una tez pálida, prosiguió su camino hasta una mesa de escritorio adornada por un ordenador de última generación, se sentó en la silla ergonómica más cómoda del mercado, lo encendió, dejó el vaso de plástico en la mesa, y se giró viendo al resto de sus compañeros. Diez, veinte o treinta empleados, no los había contado, que estaban haciendo lo mismo que ella, encender el ordenador, tomarse un café e intentar que el comienzo de su jornada laboral no fuera demasiado dura o soporífera.

El ordenador le pidió una contraseña, accediendo segundos después tras teclearla, y entonces percibió que el vaso de plástico comenzaba a temblar.

EMPLEADA: ¡Eh! (Gritó apresurada agarrando el vaso con fuerza) ¿Qué pasa aquí?
EMPLEADO2: ¡Mierda, mi café, me he puesto perdido! (Gritó otro poniéndose de pie, mosqueado)
EMPLEADA3: ¡Ah, me ha saltado el café a los ojos!
EMPLEADO4: ¡¡Mis ojos, mis ojos!! (Chilló otro compañero con la cara llena de sangre y los ojos cerrados intentando cortar la hemorragia que le había producido la explosión de sus gafas)
EMPLEADA: ¿¡Estás bien!?

Ver a uno de sus compañeros con la cara llena de sangre alteró a todos los empleados, que pronto se pusieron de pie al ver cómo las pantallas de los ordenadores comenzaban a explotar una a una, seguidos de pequeños temblores en el suelo, sillas que se movían solas y lámparas del techo que caían con violencia al suelo, dañando a la gente.

TODOS: ¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH!!
EMPLEADA: ¡ESCONDÉOS DEBAJO DE LA MESA!

La joven chica, aterrada, se protegió debajo de su mesa de escritorio, pero poco le duraría la protección, pues su mesa comenzó a temblar y a levitar unos pocos milímetros del suelo. La mujer, intentó agarrar la mesa con sus manos, pero todo esfuerzo fue en vano cuando su mesa, y la del resto de sus compañeros, subieron con violencia hasta el techo.

EMPLEADA: ¡Dios mío! ¿¡Qué clase de broma es esta!?

El pavor que había inundado la amplia sala hizo que ninguno de los allí presentes percibiera la fuerte voz de la alarma del edificio.

ALARMA: Peligro. Peligro. Peligro. Peligro. Peligro
EMPLEADA: ¡El ascensor! (Alzó su voz esperanzada)

La joven, por miedo a levitar o a hacer algo inexplicable, empezó a dirigirse hacia las puertas del ascensor, como hacían muchos otros compañeros, reptando, arrastrando su cuerpo como las serpientes, pero tuvo que parar y girar su mirada hacia el techo, pues las mesas que estaban levitando se movieron con una velocidad espasmosa hacia las cristaleras del edificio, haciendo un ruido atroz.
Desprovistas las paredes de los ventanales, el viento se apoderó de la estancia y el frio invadió el cuerpo de la joven, que escuchó cómo caían las mesas de escritorio a la carretera, a treinta plantas más abajo, inundando la calle de cláxones y frenazos de coches.

De repente, la salvación se hacía más clara, pues las puertas del ascensor se abrieron, pero de allí salió una mujer cercana a los cuarenta años con un rostro enfermizo y un pelo grasiento. Iba con una camisa de fuerza que le hacía andar con mucha torpeza.

PHYLLIS: ¡¡QUIERO SALIR DE AQUIIIIIIIIIIIIII!! ¡¡KAREEEEEEEEEEEN POR FAVOOOOOOOOR!! ¡ME HABÍAS PROMETIDO QUE ERAS DISTINTA, QUE NO ERAS COMO EL RESTO! ¡PERO SÓLO ME QUIERES POR MIS PODERES Y POR SER UNA MALDITA HALLIWELL!

Phyllis estaba completamente desorientada, pues el despacho de Karen no se encontraba en aquel piso. La hija perdida de Prue clavó su mirada perdida en la joven empleada, y se acercó, llorando.

PHYLLIS: Yo no quería esto ¿vale?. Esto nunca me lo he buscado... Sólo quiero ser libre, ya conozco mi historia, mi vida. Todas mis preguntas se han resuelto. Yo sólo quiero ser libre...
EMPLEADA: Por... por... por favor. No nos mates...

Y entonces Phyllis se derrumbó en el suelo. No podía aguantar más.

PHYLLIS: ...Sólo quiero ser libre... (Cabizbaja, miró al suelo) ¡¡LIBREEEEEEEEEEEEEE!!

Y entonces, la joven empleada vio como su cuerpo, al igual que el de sus compañeros, se arrastraba incontrolable y con violencia hacia fuera del edificio. A gritos, la joven empleada fue testigo de sus últimos segundos con vida. El rascacielos de la Red Swan haciéndose cada vez más pequeño hasta que su cuerpo cayó en el techo de un coche...

De pronto, unos ojos blancos iluminaban una oscura cueva de El Inframundo. Poco a poco esos ojos blancos desaparecieron, volviendo a la forma normal de unos ojos malvados y llenos de ira. La dueña de dichos ojos, de tez morena y vestida de rojo, disfrutó viendo aquella visión del presente. Detrás suya, había una mujer rubia, muy elegante, sentada en un trono.

NAHIA: ¿Y bien, qué has visto?
LA VIDENTE: El fin del imperio de Karen Andrews, señora. (Dijo contundente)

”Los momentos perdidos hacen preguntarse a las brujas. Conjura de hechiceros o saqueos de demonios, si no es una broma ayúdanos a rellenar los huecos”

Melinda, Wyatt y Chris charlaban apaciblemente dando un paseo por las orillas del Lago Michigan. A su derecha, el lago tranquilo en el que numerosos barcos habían sido amarrados, a su izquierda, una vista perfecta de los rascacielos que se hallaban en el centro de la ciudad, y ellos, seguían caminando por un sendero sin coches, lejos de los ruidos urbanos. Aprovechando el buen tiempo que hacía, pese a que en marzo todavía hacía frío, los tres hermanos decidieron ir a pasear con Bianca, quien disfrutaba del viaje desde su carrito, arrastrado por su madre Melinda.

WYATT: ...Creo que lo más razonable es que hubiera venido a dar el paseo contigo Jared, no nosotros.
MELINDA: Sois mis hermanos
CHRIS: Pero no somos los padres de tu hija...
MELINDA: Ay... ya me conocéis, ya sabéis de sobra cómo soy. Si estamos dando este paseo, es para hablar. ¿No?
CHRIS: Sí
MELINDA: Es muy raro de explicar, hay días que quiero perderme con Jared, empezar de cero, y otros en que por nuestro bien, es mejor ni vernos. Nos hemos hecho mucho daño... Y bueno, llevamos un tiempo muy tranquilos, sin luchas demoníacas ni secuestros; ignoremos la sitcom de la semana pasada, por favor, y veo que pierdo la comunicación no sólo con Jared, sino también con vosotros. ¿Qué tal vais de amores?
CHRIS: ¿Amor, eso qué es? ¿Se come? (Se rio, y Melinda también, ya hacía tiempo que Chris había dejado de pensar en la misteriosa Summer Wilcox)
MELINDA: ¿Y tú qué tal, hermano mayor?
WYATT: Creo que el amor es lo que menos nos importa ahora mismo.
MELINDA: Ya sé que la ñoñería no es tu fuerte, Wyatt, pero ya que estamos... por cambiar un poco de tema de conversación. Llevamos tres años seguidos hablando constantemente de peligros, amenazas, hechizos e ingredientes de pociones. Esto no es vida.
WYATT: No es por eso, Mel. Escucha bien.
MELINDA: ¿Qué escuche el qué?
WYATT: Las sirenas de policía y de ambulancia. Se escuchan de fondo, algo grave ha tenido que pasar en el centro de la ciudad. Hay demasiadas.
CHRIS: Puede que haya habido un accidente. Ya sabéis, por la noche hace más frío y la carretera se hiela. ¡Cómo echo de menos el clima californiano! (agregó nostálgico)
MELINDA: ¿Quién tuvo de vosotros dos la maravillosa idea de venirse a vivir aquí? (soltó irónica)... Otra que echa de menos San Francisco... pero sobre todo en meses como estos.
WYATT: No sé, chicos, algo grave ha de estar pasando en el centro de la ciudad, me pitan los oídos. Lo mejor es que orbite cuanto antes hacia allí...
CHRIS: Wyatt... tu problema no está en el centro de la ciudad (dijo sorprendido), está en este lago... (Y empezó a reírse con mucha fuerza)

Una mujer comenzó a salir del frío agua del Lago Michigan, una mujer morena, llena de costras y de algas marinas recubriendo su cuerpo desnudo. Sin embargo, no parecía una amenaza, y cuanto más se acercaba a la superficie, más gritaba el nombre de Wyatt. Obviamente era una voz femenina con un acento sudamericano. Pese a estar rodeada de costras y algas, se podía vislumbrar a una mujer muy guapa con unas medidas esculturales.

MUJER: ¡Ayyyyyyyyy, Wyitto, qué lindo se te ve! ¡Cuánto tiempo!
WYATT: No puede ser cierto... (Sorprendido y avergonzado)
CHRIS: ¡Lo es, es cierto! ¡Jajajaja!
MELINDA: ¿Alguno de vosotros dos me puede explicar qué hace una mujer desnuda llena de algas saliendo del lago y lo más preocupante, porqué conoce tu nombre? (Se alteró, sacando los genes de su madre)
WYATT: Oh, Dios... es una larga historia...

Sirenas y más sirenas sonaban por la calle donde habitaban los Halliwell. Innumerables coches de policías y ambulancias pasaban por la carretera a una velocidad nunca vista. Preocupados, Alice, Phoebe y Patty miraban tras las ventanas del salón, tapadas por las cortinas.

PATTY Algo muy grave ha tenido que pasar.
ALICE: ¿Es muy evidente eso que acabas de decir, no, hermanita?
PHOEBE: No me gusta decirlo, pero creo que yo hoy no me voy a la universidad, ¿eh?. Qué miedo. ¡No pienso salir de casa!
ALICE: ¿Luchamos constantemente contra demonios y unas sirenas te acojonan? Phoebs, por favor...
PHOEBE: La policía no suele aparecer cuando luchamos contra demonios, por lo que lo más seguro que esto no sea de nuestra jurisdicción. ¡Igual ha sido un ataque terrorista!
PATTY: ¡Pues lo que nos faltaba, un ataque terrorista! ¿Y contra quien?
RACHEL: Contra las oficinas de la Red Swan...

Apareció en la entrada al salón la hija de Paige, con el portátil en brazos, viendo un portal de noticias de última hora. Rachel se sentó en el sofá más cercano, y las hijas de Phoebe decidieron ir con su prima para ver mejor la pantalla del ordenador. Por otra parte, en el piso de arriba, Henry estaba esperando a que su cuñada Bobbie saliera del baño.

HENRY: ¿Te falta mucho?
BOBBIE: ¿Qué prisa te corre hoy? No tenéis ningún cargo al que vigilar (decía tras la puerta)
HENRY: ¡Soy un reloj, Bobbie!
BOBBIE: ¡Ya va, ya va! ¡Espera que me vista, y que limpie un poco la ducha!
HENRY: ¿¡Te has estado duchando!? ¡Pero bueno! ¿No tienes ducha en tu casa? ¿Y cómo se limpia Dag?
BOBBIE: ¡¿Y tú no tienes un baño en la planta de abajo, querido?!
HENRY: Sí, pero prefiero el de aquí (agregó molesto)
BOBBIE: Ya, te entiendo. (Dijo ya saliendo), pero a la próxima, guarda mejor las revistas con chicas desnudas...
HENRY: ¡No son mías, son de Chris! (se sonrojó)
BOBBIE: ¡Bueno, bueno, bueno, vale, aquí tienes tu baño libre, señor!
Bobbie salió ya completamente vestida, aunque con la toalla puesta en la cabeza recubriendo su pelo mojado, dispuesta a ir a la habitación de Rachel. Henry, por su parte, tan hábil como pudo, entró en el cuarto de baño, si bien un poderoso destello azul que se materializó en sus primos Wyatt, Chris y Melinda, y una desconocida mujer desnuda le desterraron de su preciado baño.

HENRY: ¡Eh! ¿Qué pasa aquí?
CHRIS: ¡Asuntos importantes! (y movió su mano, cerrando telequinéticamente la puerta del baño)
HENRY: ¿¡Qué hacéis ahí con una mujer desnuda!? (Aporreando fuertemente la puerta)
WYATT: ¡Limpiarla, es una protegida!
HENRY: ¡Dejadme entrar!
MELINDA: ¡No, ni se te ocurra orbitar tu culo aquí dentro, Henry! ¡Tú preocúpate de cuidar mientras a mi hija!
HENRY: ¿¡Pero por qué!?
WYATT: ¡CÁLLATE, HENRY!

Tras el grito de Wyatt, los brazos de Henry brillaron de azul y pronto vio como la hija de Melinda estaba entre sus brazos.

BOBBIE: ¿Qué, tienes problemas? (Dijo saliendo de la habitación de Rachel y acercándose a su cuñado)
HENRY: No me hagas mucho caso... pero creo que han orbitado a una mujer desnuda a la ducha.
BOBBIE: Henry, creo que tienes un problema. Esas revistas te están haciendo mucho daño. (Su aspecto denotaba mucha seriedad)
HENRY: ¡Eh, es verdad! ¡Además, ¿qué clase de confianzas estás cogiendo conmigo?! ¿¡Dónde quedó la Bobbie tímida!?
BOBBIE: Soy como una cebolla, tengo capas. Y conviviendo con vosotros casi las veinticuatro horas del día, pues a una se le van cayendo esas capas. Se llama convivencia, querido. ¡Trae, dame a la niña, anda, que hay que cambiarla de pañal! (Henry le entregó a la niña)
HENRY: Ah, sí, ya decía yo que el nuevo champú que usas olía rematadamente mal...

Henry y Bobbie con Bianca en brazos, bajaron al primer piso y se dirigieron hacia el salón, donde mejor se oían las sirenas y las ambulancias.

BOBBIE: ¿Y ese ruido?
ALICE: Creemos que es un atentado contra la Red Swan
HENRY: ¿Alguien le ha dado su merecido a Karen?
RACHEL: Vale que sea una terrible villana, pero sigue siendo humana. No es una demonio.
HENRY: Vaya, encima que hacen nuestro trabajo sucio...
RACHEL: Además, para vuestra información, Karen no está en Chicago.
BOBBIE: Se ha ido de ayuda humanitaria a África.
ALICE: ¡Qué bonito, la medicina ignorando al continente africano y ella va allí a hacerse fotos!
PATTY: Eso se llama hipocresía.
PHOEBE: No estoy muy metida en esas cosas, pero, la Red Swan ha hecho mucho por África, ¿no?
RACHEL: No te creas todo lo que dicen en las noticias, prima.
PATTY: Por cierto, Bobbie, ¿qué haces con Bianca en brazos? Pensaba que Melinda y sus hermanos se habían ido con ella a dar un paseo.
BOBBIE: Sí, pero han vuelto. Dice Henry que están los tres en el baño con una mujer desnuda...
HENRY: Y no ha sido ninguna imaginación producida por mi mente enferma.
ALICE: Eso habría que verlo...
PHOEBE: ¡Chss, luego discutimos, por fin en la televisión dicen algo!

Un programa de cocina fue rápidamente eliminado para dar paso a un plató de informativos, donde el presentador, ataviado con corbata, proseguía a leer el pronter con cautela.

TV: Últimas noticias desde la ciudad más poblada de Illinois; Chicago. Nos acaban de informar de un posible atentado terrorista en la sede de la empresa farmacéutica Red Swan. Los testigos aseguran que en una de las plantas intermedias, ha ocurrido una explosión provocando pérdidas tanto humanas como materiales...

Una mujer encorbada, de mediana edad, acompañaba a una joven que se mordía las uñas, preocupada. Ambas mujeres estaban en el piso de Red Swan donde minutos atrás Phyllis había atacado a los empresarios por culpa de su locura. Todas las ventanas estaban rotas, las lámparas se habían desprendido del techo y numerosas chispas saltaban inesperadamente por todas partes.

PAULEY: ¡Maldita sea, no sirvo para nada! Ella confiaba en mí ¡Karen me va a quemar viva! (Dijo mordiéndose las uñas)
LINDA: ¿Por qué?
PAULEY: ¡Phyllis se nos ha escapado!
LINDA: Mejor así, señora. Así por fin podréis ayudarme a matar a Nahia; el trono del Inframundo le pertenece a la verdadera Reina, a Alice.
PAULEY: ¡No digas chorradas, asquerosa demonio! Esa bruja no va a volver a caer en las garras de la magia negra
LINDA: ¡Ella tiene que seguir con el legado del señor James!
PAULEY: ¿¡Quieres callarte!? Recuerda que Karen te dio asilo político, así que harás lo que ella mande, o en su ausencia, lo que yo te ordene. ¿O es que no te acuerdas? Eres la única superviviente de la Región de Norbia, sería una pena que después de tantas luchas murieses de la forma más absurda posible...
LINDA: Lo he captado. Habla por esa boquita (y se limpió las gafas, pues del polvo acumulado, se le ensuciaron)
PAULEY: Linda, antes de que acabemos incineradas por la ira de Karen...

Y entonces su dulce voz quedó interrumpida por el sonido de un teléfono móvil

LINDA: Le está sonando el cacharro ese, señora.
PAULEY: Lo sé.
LINDA: ¿Es parte de una tecnología humana muy avanzada? Parece tenerle miedo...
PAULEY: Es Karen... (cerró los ojos, angustiada) Seguro que es ella. No sé cómo se habrá enterado estando de ayuda humanitaria en África...

Temblorosa, la joven secretaria personal de Karen cogió el móvil y lo abrió.

KAREN: ¿Pauley, qué ha pasado? ¡¿Qué ha pasado?!
PAULEY: Eh... eh... eh...
KAREN: ¿No le habéis suministrado las drogas a Phyllis? ¿¡QUÉ TE DIJE!?
PAULEY: ¡Señora, era incontrolable, incontrolable!
KAREN: ¡Busca pronto una solución o las ninfomanas de las Rosas aprovecharán para matarte al verte indefensa sin mi ayuda! ¡Y quiero tenerte viva para matarte cuando vuelva a la civilización!

Y entonces, colgó. Linda suspiró aliviada

LINDA: Bueno, al menos yo no voy a morir.
PAULEY: Tranquila, donde cabe una, caben dos. (De pronto, ambas empezaron a oír coches de policías, ambulancias y helicópteros) Venga, sígueme por las escaleras de emergencia antes de que lleguen los SWAT. Aquí no hemos estado para nada.
LINDA: ¡Está bien, señora! ¿Pero tiene algún plan para encontrar a Phyllis o no?
PAULEY: Con lo inútiles que son la SWAT no la encontrarán... Además, las armas cotidianas humanas no podrán con esa bruja desquiciada. Lo mejor es que tendré que avisar a nuestra fuerza armada particular (y cogió nuevamente el móvil)...

Dicho eso, Pauley y Linda se marcharon corriendo de la planta, antes de que varios agentes de la SWAT entraran por los ventanales rotos a través de las escaleras plegables que caían de varios helicópteros.
La mayoría de los Halliwell seguían en el salón pegados a la pantalla del televisor informándose de lo sucedido, si bien, Wyatt se acercó a ellos.

WYATT: Ejem, ejem (intentó toser). Chicos, tenemos un problema.
ALICE: Media ciudad vigilada, sí. ¿Y? (se giró para ver a su primo y gritó alucinada) ¿¡PERO QUÉ!?
HENRY: ¡LO VEIS, HABÍA UNA CHICA DESNUDA EN EL BAÑO DE ARRIBA!
BOBBIE: ¡Qué fuerte!
RACHEL: ¿Qué?
PHOEBE: No entiendo nada...
PATTY: Ni tú ni nadie, hermana
WYATT: A ver... todo tiene una explicación...

Detrás de Wyatt se encontraban Melinda, Chris y una mujer latina muy seductora; esta vez, ya vestida, con ropa de Mel.

MUJER: Ay, chicos... ¿Dónde tenéis la cosina? ¡Me muero de sed!
CHRIS: Cualquiera lo diría habiendo estado 20 años en lo más profundo del mar...
WYATT: Al fondo, Gloria.
MUJER: ¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY ¿ESTÁS AQUÍ?! ¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY!

La mujer, dando pasos como si de una modelo se tratase, se marchó gritando hasta la cocina

PATTY: ¿Otra modelo? ¡Pero si Bobbie está aquí!
PHOEBE: Igual es Jared que se ha transformado en chica (se rio)
MELINDA: Mejor no te digo dónde tienes la gracia, Phoebs... Y aunque ya sé la historia, estoy igual de sorprendida que vosotros.
HENRY: A mi esa mujer me suena de haberla visto en la tele... hace tiempo, ¿eh?
RACHEL: ¿Cómo has dicho que se llama, Wyatt?
WYATT: Gloria...
ALICE: ¿Latina, cuerpo escultural y se llama Gloria? ¡¿Qué hace un personaje de ficción en la realidad?! ¿Otra vez estamos en una sitcom?
BOBBIE: ¡No, por favor, no quiero estar otra vez en aquel despacho maloliente! (dijo con un tono de voz muy lastimero)
PHOEBE: Alice, ¿qué quieres decir?
ALICE: ¡Esa mujer es un personaje de 'Modern Family'!
CHRIS: ¡Aleluya, por fin una que acierta! (Y le dio una palmada en el hombro a su hermano mayor) ¡Ale, te toca explicar toda la historia!
WYATT: Qué vergüenza (se sentó cabizbajo en un sillón)... Bueno, vosotros tuvisteis la suerte de no tener poderes mágicos durante vuestra adolescencia. Chris y yo los tuvimos, y creedme, no es fácil mantener a rajatabla la magia en un cuerpo con las hormonas revolucionadas...
CHRIS: Venga, hermano, ve a lo fuerte. (Y se empezó a reír)
WYATT: Muchos no lo sabréis, pero durante muchos años, desde que nací, prácticamente tuve el poder de la proyección. Y claro, en la adolescencia Sophia Vergara fue la primera con la que... (hubo un silencio)
ALICE: ¡No! ¡Jajajajajaja!
PATTY: ¡Ay, pobre!
(GLORIA: ¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY! (se oía su voz de lejos en la cocina)
WYATT: La primera mujer que me llamó la atención, por así decirlo. Y una noche, en la que estaba... ocupado...
ALICE: Ocupado con las manos, ajam (e intentó no reírse, haciendo un ruido nasal muy raro)
WYATT: ...Ocupado pensando en ella... pues la proyecté tal cual es su personaje. Aquí no es Sophia Vergara, es tal cual Gloria Pritchett.
CHRIS: ¡Menos mal que yo nunca tuve el poder de la proyección! (soltó aliviado)
WYATT: ¡Pues habrías llenado la casa de mamá en una Mansión Playboy, que tú sí que estabas revolucionado! (Dijo enfadado)
MELINDA: ¡Eh, qué os dispersáis! ¡Seguid contándoles la historia, que no tiene precio!
GLORIA: ¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY!
WYATT: De repente la mujer apareció así en mi habitación, que le tuve que pedir ayuda a Chris para que mis padres, ni los Limpiadores, se enterasen. Estuvo viviendo escondida en la Mansión con nosotros dos meses, cuando la situación era insostenible y mi madre se enteró.
PHOEBE: ¿Y qué hicisteis con ella? ¿Gritaba constantemente? ¿No os quedasteis sordos de por vida?
WYATT: Mi madre intentó por todos los medios deshacerse de ella mágicamente, pero es imposible. Ser el “Dos veces Bendito” en plena adolescencia hizo que mi magia fuese imposible de borrar; a manos de una todopoderosa Embrujada; así que no hubo otra solución que teletransportarla a través de un hechizo hasta el fondo más fondo del mar...
CHRIS: Y 20 años después, consiguió salir del Océano Atlántico... anduvo por toda la costa Este hasta que se topó con el Lago Michigan y no tuvo otra idea que meterse de nuevo al agua hasta llegar a Chicago. ¡Toda una aventura!
WYATT: Exacto, parece como si tuviera una especie de chip mágico que no hace más que seguirme. Y claro, no se ahoga porque ella realmente no es humana, no existe, es una proyección física, sí, pero por el que no pasan los años...
GLORIA: ¿Mis niños, les preparo tarta de chocolate? (Dijo tras salir de la cocina)
PHOEBE: ¿Me he quedado sorda o realmente está hablando con voz baja?
MELINDA: Y yo que no sabía nada de esta historia...
GLORIA: ¡Melinda, si es que por más que te veo estás irreconosible! ¡Qué presiosa! (Y la inundó de besos y abrazos) ¡Eras tan pequeñita cuando te conocí! ¡Y un pelín regordita, Doña Piper le hasía unas comidas para chuparse los dedos!
ALICE: A ver que lo entienda... ¿¡Tuviste una noche loca contigo mismo en plena adolescencia, y al pensar en tu primer amor televisivo, la proyectaste!?
WYATT: Sí, mismamente eso. ¿Qué, te cuesta procesar la información?
ALICE: No, no. Si es para reírme un poco más. ¡Jajajaja!
PATTY: A ver, Wyatt... ¿entonces qué hiciste con el poder de la proyección?
PIPER: Mi madre decidió quitármelo, y de verdad, yo no puse ninguna pega. Es un poder muy peligroso en manos de adolescentes con hormonas revolucionadas. Me bebí la poción, y por fin pude ver películas que tenía prohibidas: Jumanji, Godzilla, Jurassic Park...
GLORIA: Hablan muy raro, no les entiendo.
ALICE: Habría sido interesante ver San Francisco atacada por dinosaurios. (Se quedó pensativa) Siempre quise ver el colegio destruido. (Y todos la miraron con cara de miedo) A ver, que es una broma... (confirmó)

Y entretanto, Bobbie miró a su cuñado.
BOBBIE: Henry lleva mucho tiempo sin hablar...
HENRY: ¿Eh, decías? (Mirando sorprendente a Gloria) ¡Qué buen gusto tienes, Wyatt! (Alzó su dedo gordo como signo de aprobación)
TODAS: Hombres...
GLORIA: ¿Pero y mi Jay dónde está?
RACHEL: ¿Pero por qué tanto miedo por ocultarla? Pasa perfectamente por una mujer más de esta sociedad. No tiene tres ojos ni cuatro brazos...
WYATT: Digamos que siempre estuve en el punto de mira de los Limpiadores... Y mi madre lo sabía. Culpa mía por conjurar un dragón en la ciudad de San Francisco cuando era un simple bebé.
ALICE: ¡Ah! ¿Osea que Wyatt puede conjurar un lagarto con alas que escupe fuego pero me miráis como una loca si digo que siempre quise ver el colegio destruido? ¡No hay quién os entienda, de verdad!
Bajo tierra, en El Inframundo, Nahia y la Vidente seguían quietas en las mismas posturas

NAHIA: ¿Y qué más has visto?
VIDENTE: Me agrada ver que mi señora se interesa por mis poderes... Es el momento exacto para que acabe con la vida de Karen Andrews.
NAHIA: Imposible, está fuera de Chicago
VIDENTE: ¿Y eso es un impedimento para la Fuente de Todo Mal? Creo que usted no merece este aclamado puesto. Una Fuente no se rinde tan fácilmente...
NAHIA: Sé que añoras este puesto, y a la criatura que crece en mis entrañas... pero te será imposible hacerte con ambas. Sasha y Clarissa te resucitaron por dos únicas razones; el bebé que llevabas dentro y que has sido la mejor demonio con poderes premonitorios desde milenios...
Hubo un silencio
VIDENTE: ¿Entonces le interesaría saber cómo y cuando va a morir usted, verdad?
NAHIA: ¿Me estás chantajeando? Proxel y todos sus secuaces ya han muerto, no hay nada que temer en estas cuatro paredes.
VIDENTE: Veo que está muy segura de lo que dice, señora, pero le aseguro que cuánto más segura está, más equivocada se encuentra.
NAHIA: Ser la gobernante de este inhóspito lugar hace que sea la envidia de muchos. Y más siendo mujer en una sociedad tan machista como la nuestra, pero estoy tranquila.
VIDENTE: Al menos si no va a aniquilar a Karen Andrews, debería volver a plasmar su atención en masacrar la magia blanca; en especial a la estirpe Halliwell.
NAHIA: Los Halliwell ya no me interesan. Karen al fin y al cabo es una humana con poderes mágicos que tarde o temprano le partiré el cuello, pero por ahora, y hay que admitirlo, los Halliwell no son mi preocupación. Siempre tienen una flor en el culo y estoy harta de gastar mi energía y de recibir constantes bajas en mi Ejercito intentándolos matar. Voy a por Karen porque es mucho más débil de lo que ella se piensa.
VIDENTE: ¿Piensa que Karen Andrews es débil? Está muy equivocada, señora. Karen Andrews se ha aliado con una tal Linda, que si mis visiones no me fallan, era una vieja conocida suya...
NAHIA: ¿¡Linda!? (Se levantó del trono, enfadada) ¡ES IMPOSIBLE, LA MATÉ CON MIS PODERES EL MISMO DÍA DE MI CORONACIÓN!
VIDENTE: Ya lo ve, no falleció. Y no es la única que querrá acabar con usted, señora. Recuérdelo...

Hizo una referencia como despedida hasta que la figura de la famosa y poderosa vidente dejó un contorno brillante haciendo que finalmente desapareciera de la escena.

PRUE: ¡Hay un atasco, no puedo llegar!

Prue le gritaba a su móvil, puesto en manos libres, mientras mantenía sus manos en el volante de su todoterreno parado por el atasco monumental que se había formado. En la otra punta de la ciudad, se encontraba su jefe, quien le esperaba para presentarle al modelo que tenía que fotografiar.

PRUE: Mire, lo siento, pero me va a ser imposible llegar.
JEFE: ¡Pero Prue, joder, hiciste un trabajo excepcional la semana pasada fotografiando a John Thornton! ¡No me defraudes y vente cómo puedas!
PRUE: Le aseguro que podría aparecer allí ahora mismo con tan solo cerrar los ojos, pero le sería muy traumático (Zanjó irónica). Mire, no puedo. ¡Llame a Stephani, que vive cerca de los estudios! (Y colgó el manos libres) ¿Habré perdido el trabajo?

Prue bajó la ventanilla de su todoterreno y sacó la cabeza a la calle, escuchando a la perfección sirenas de policías y de ambulancias, mientras tocaba el claxon repetidas veces.

PRUE: ¿¡Pero qué ha pasado!?

Viendo que durante tantos minutos esperando, ningún coche se movía ni un triste milímetro, salió del todoterreno para poner pie en la carretera y ver mejor lo que estaba sucediendo, no sin antes fijarse que varios helicópteros de la SWAT volaban con rapidez por el cielo chicagüense.

PRUE: ¿Pero qué...? ¡Cuidado, hombre!

Le gritó enfadada a un motorista que intentaba hacerse hueco entre tanto coche.

PRUE: Tendré que llamar a mis sobrinos, a ver si saben algo.

Justo cuando iba a coger su teléfono móvil acercándose a su todoterreno, vio cómo en el horizonte, en la lejanía de aquel interminable atasco, un coche salió volando completamente vertical

PRUE: ¿¡QUÉ!?

Y no sólo fueron uno, ni dos, ni tres. Hasta una decena de coches comenzaron a despegar del suelo como si de cohetes se tratasen, si bien es cierto, que llegada a una altura, se quedaban completamente levitando. La gente comenzó a salir de sus coches, asustados y emprendieron una marcha escapando de esa extraña situación.

PRUE: ¿¡Un demonio atacando a plena luz del día!? ¿Nos hemos vuelto locos?

Prue, a diferencia de la gente despavorida que huía del atasco, corrió hacia el centro del problema, llevándose codazos, patadas y pisadas de la gente.

PRUE: ¡Eh, eh!

Y entonces vislumbró a la figura que estaba impartiendo el miedo por Chicago...

PRUE: No... no puede ser.
PHYLLIS: ¡Prue, tú puedes ayudarme!
PRUE: ¿Se puede saber qué estás haciendo?
PHYLLIS: ¡Karen me tenía recluida, quería hacer experimentos conmigo! ¡He salido del edificio, nada más!
PRUE: Eh, tranquila. Tranquila. Lo primero que quiero que hagas es que bajes todos esos coches. ¡No debes atacar inocentes!

Phyllis se había desprovisto de la camisa de fuerza e iba con una especie de pijama blanco. Su poder estaba totalmente desquiciado, y Prue todavía no era un perfil creíble para Phyllis. En sus venas aún corría mucho rencor.

PRUE: ¿Quieres ayuda? Yo te la daré, de verdad, pero primero baja esos coches.
PHYLLIS: ¿Qué me vas a hacer? ¿Retenerme en la mansión como ha hecho Karen conmigo o hacía Nahia en el Inframundo? ¡Sólo me queréis por mi poder! ¡He estado casi cuarenta años sola y nadie se ha interesado por mi! ¡¡NADIE!!

El grito de desesperación de Phyllis hizo que los coches más cercanos se estrujasen y que todos los cristales estallasen. La fuerza telequinética de Phyllis también hizo que sonasen todos los cláxones y muchos airbags se abriesen.

PRUE: Los Halliwell siempre tenemos una solución para todo. Baja esos coches, por favor. Con cautela.

Prue estaba nerviosa, no solo por la situación de tener a su hija perdida desequilibrada con unos poderes demoledores totalmente revolucionados, sino porque en plena luz del día, estaban siendo totalmente vistos por la población de Chicago; transeúntes y policías; algo que intuyó rápidamente al verse rodeada de numerosos agentes de SWAT.

SWAT: ¡LEVANTEN LAS MANOS!
PRUE: ¡Esperad, por favor! ¡Tengo la situación controlada!
PHYLLIS: ¿¡Los has llamado tú, verdad!? ¡LOS HAS LLAMADO TÚ!
PRUE: ¡No!
PHYLLIS: ¿¡Por qué todo el mundo me acaba traicionando, por qué!?
Y acto seguido, los diez coches que flotaban cayeron con violencia a la carretera

MIEMBRO DE SWAT: ¡DISPARAD!

Prue, viendo cómo todos sus recuerdos le venían por la mente como pequeñas ráfagas, se tiró al suelo para cubrirse, atemorizada. Este era su fin, creía con fuerza. Numerosos disparos sonaban, y todos iban hacia Phyllis, pero ella seguía de pie, inmune a todos, sin duda, tenía activado su poder de intangibilidad.

MIEMBROS DE SWAT: ¡¿QUÉ?! (Agregaron todos sorprendidos)
MIEMBRO DE SWAT: ¡No es humana, no es humana!

Prue temblaba de miedo, y seguía recostada en el suelo. No supo cómo, pero de repente, Phyllis cayó al suelo con violencia, le acababan de proyectar un dardo en el cuello.

FUERZA ESPECIAL DE RED SWAN: Controlada, el dardo somnífero anti-intangible ha funcionado

Justo al ver caer aturdida a su hija, la Ex Embrujada improvisó rápidamente un hechizo que le teletranpostarse hacia su casa, donde allí sus sobrinos, con suerte, le ayudarían a solucionar todos estos problemas.

PRUE:
Allí donde mi esencia
está tildada de ausencia
que se recupere nuestra presencia

Mientras recitaba dichas palabras mágicas, su mente únicamente pensaba en dos cosas: En llegar mágicamente a la Mansión y en Phyllis; y parece ser que hicieron efecto sus dos pensamientos, pues sintió cómo el frío de la carretera se había transformado en la cálida alfombra que adornaba el salón de la mansión de sus sobrinos.

PRUE: ¡Chicos, necesito ayuda!
MELINDA: ¿¡Te has traído a Phyllis aquí!? ¿¡TE HAS VUELTO LOCA!? ¡POR SU CULPA PERDÍ AL BEBÉ QUE ESPERABA!

Todos los ahí presentes, se alejaron de Prue y Phyllis, que se encontraba dormida en la alfombra. La última vez que vieron a la hija perdida de Prue se comportó como toda una asesina profesional y el rencor, el asco y el miedo inundaban el ambiente.

WYATT: ¿¡Por qué las has traído!?
ALICE: Definitivamente, se ha vuelto loca
PRUE: Necesita ayuda, chicos.
RACHEL: ¿Te has olvidado que la última vez que vimos a tu hija nos apuntaba con una navaja?
PRUE: No me he olvidado para nada, estaba allí, si no lo recuerdas (agregó molesta)
PHOEBE: ¡Pues no lo parece, tía!
HENRY: ¡Ostias, estaré en mi habitación si me necesitáis! (Dijo temeroso y orbitó)
ALICE: Se ha hecho caquita.
PATTY: ¿Está bien dormida, no? (Abrió bien los ojos para ver mejor el dardo que tenía incrustado Phyllis en su cuello)
PRUE: Ella es la causante de la especie de atentado que ha sufrido la ciudad
BOBBIE: ¿¡Ella ha sido la que ha explotado todo un piso de la Red Swan!?
PRUE: Tiene todos sus poderes desquiciados y necesita nuestra ayuda.
ALICE: ¡Oh, y qué buena idea ha sido traerla aquí para que explote toda la casa! Soy demasiado joven par morir.
MELINDA: Lo siento Prue, siempre he sido tu brazo derecho desde que resucitaste, pero no pienso ayudarte en esto. No pienso auxiliar a una asesina.
PRUE: Seguro que la magia lo puede solucionar. Está abducida por el mal ¡Todos en algún momento de nuestra vida hemos sido hechizados o poseídos por el mal, y si no lo habéis estado, lo estaréis, está escrito en nuestro ADN!
MELINDA: Lo siento, pero me marcho a mi habitación. Bastante estoy aguantando viendo a esa asesina en mi propia casa. Cuando termine todo, me avisáis. (Y de hecho, se marchó)
PRUE: Pero Melinda...
CHRIS: Tiene razón mi hermana, Prue. No puedes teletranportar aquí a la mujer que destrozó la vida que crecía en el interior de Mel...
PRUE: ¿Por qué no queréis ayudarme? ¿Por qué? Parece mentira que hayáis vivido el ver a Wyatt Oscuro, o cómo a Alice la poseyó Tánatos o cómo se convirtió en Reina del Inframundo. ¿Y en las tres ocasiones qué ha pasado? Les hemos perdonado. Y en las tres ocasiones se hizo lo mismo; prácticamente se hicieron cosas terribles. Yo ya me enfadé con mi hermana Phoebe cuando intuía que Cole podía ser Balthazor y es muy duro darle la espalda a una hermana y no hablarla durante semanas. Y no quiero que se vuelva a repetir.
ALICE: ¿Por qué me tienes que poner siempre como el ejemplo de lo que no se ha de hacer? (Preguntó muy irritada) ¿Voy a tener siempre el sambenito de “Halliwell malvada”? ¡Estoy reinsertada y estoy medicándome, cosa que esa asesina no hace ni hará porque a su jefa no le interesa su salud mental, sólo su poder!

Alice se levantó del sillón y le propinó una mirada rencorosa a su tía; y su siguiente comentario fue ya gritando lejos del salón.

ALICE: ¡Yo no pienso ayudar a esta petarda con el tema de su hija!
PATTY: ¡Alice, vuelve! (gritó a su hermana gemela, como si el grito le hiciera recapacitar)
ALICE: ¡POR MI QUE SE QUEDE DROGADA PARA SIEMPRE!
GLORIA: ¿Quién anda drogada? (Entró en el salón) ¿Ya estáis con vuestros comentarios rasistas de porque sea de Colombia ya sea narcotraficante? ¡Panda de yankis malparios! ¡Ustedes tenéis una mente enferma y sólo pensáis que Estados Unidos es el mejor país del mundo y que fuera de sus fronteras todo son guerrillas y gente inculta, pues no!
WYATT: ¡Gloria, nadie está diciendo nada malo de tu país ni ninguno de aquí piensa esas barbaridades!
GLORIA: ¡Ay, lo siento mucho, mi Wyitto! Ando muy nerviosa, pues no encuentro a Jay por ningún lado. Ni a Manny ni a Joe...
PRUE: ¿Quién eres tú?
CHRIS: ¡Es una larga historia, Prue!
GLORIA: ¿Y usted quién es? ¿Y porqué tienen a una mujer dormida en la alfombra?
RACHEL: Bobbie, cariño, vete con Gloria a enseñarle su habitación...
BOBBIE: ¿Qué habitación? Están todas ocupadas...
RACHEL: Que te la lleves del salón, por favor... (Susurrando)
GLORIA: Me gusta más la casa de Jay... Incluso la de Doña Piper paresía más limpia...
BOBBIE: Gloria, ven, que te voy a hacer un tour por la casa...

En el salón sólo quedaban Wyatt, Chris, Rachel, Prue, Patty y Phoebe; si bien estas dos llevaban ya varios minutos demasiado calladas viendo el cuerpo casi inerte de su prima perdida.

RACHEL: ...Ay... (suspiró muy fuerte tras la marcha de su novia y de la seductora latina) Prue, yo tampoco debería de ayudar, pero tienes razón... Hay que darles una segunda oportunidad a todos. Y en especial, Phyllis fue mi primer cargo, y tengo una especie de espina clavada en mi corazón. Me gustaría que encaminase su destino hacia el bien. (Se acercó hacia el cuerpo dormido) ¿Qué le ha pasado?
PRUE: Gracias por todo Rachel, significa mucho para mi. No te sabría decir qué ha pasado, pero debe ser un dardo inmune a la magia, pues Phyllis antes había traspasado las balas que le estaban disparando los de la SWAT.
Prue movió su dedo índice y su dedo corazón de su mano derecha para sacar telequinéticamente el dardo del cuello de Phyllis, pero fue imposible, era inmune a toda magia.
RACHEL: Bien, ahora vuelvo. Voy a mi habitación a por unos guantes y todo el material necesario para analizar el dardo (Se puso en pie y se marchó de la habitación)
CHRIS: ¿He oído bien? ¿Os estaba persiguiendo la SWAT?
WYATT: ¿No habréis expuesto la magia? (preguntó muy preocupado)
PRUE: Por desgracia sí. La gente ha sido testigo de cómo los coches salían volando y de cómo le traspasaban las balas a Phyllis... (Dijo mientras cogía el cuerpo dormido de su hija y lo ponía en el sofá)
PATTY: Uy... qué mal suena todo eso...
PHOEBE: ¡Auch, duele! (Se quejó tras estar mucho tiempo en silencio)
PATTY: ¿Qué te duele?
PHOEBE: ¡El cuello, me duele el cuello! (Y se lo apretó con fuerza) ¡Maldita empatía! ¡Estoy canalizando las emociones de Phyllis y eso no me gusta nada, NADA!
PATTY: ¡Lo mejor es que te alejes de aquí! (Se alejó de su hermana) ¡No quiero acabar sin una oreja como Van Gogh! (saltó atemorizada)
CHRIS: Sé fuerte, Phoebe
PHOEBE: ¡No me digas lo que tengo que hacer, sólo me queréis por mis poderes!
Phoebe se levantó del sillón y fue directa hacia la salida del salón para coger la puerta e irse de la Mansión, pero Wyatt, al ser más corpulento que su joven prima, se puso enfrente de su camino y la paró, sujetándola de los brazos.

WYATT: ¡Phoebe, tú puedes controlarte!
PHOEBE: ¡Quítate de mi camino, maldito grandullón!
RACHEL: ¿Qué es lo que pasa aquí? (Preguntó la hija de Paige, a su vuelta al salón, ya vestida con una bata blanca y con guantes)
PHOEBE: ¡TÚ, MALDITA MEDIO LUZ BLANCA, SÁCAME EL DARDO O TE DESMATERIALIZO ENTERA!
RACHEL: ¡Esos humos, ya va, ya va! (Dijo al entenderlo todo) ¡Deberías estar agradecida a que te vamos a ayudar!
PHOEBE: ¡Oh, claro, gracias primita, oh, sí, muchas gracias! (se conmocionó muy irónica)
PRUE: ¡Phyllis, tranquilízate, por favor!
PHOEBE: ¡¿Ya estás diciéndome qué es lo que tengo qué hacer, mami?! ¡Te jode que no tengas autoridad sobre mi! ¿verdad?
RACHEL: Chris, Wyatt, por favor, sujetad bien a Phoebe, no vaya a ser que haya problemas...
CHRIS: ¡Entendido! (Y se acercó a su hermano y a su prima)
PHOEBE: ¡DEJADME EN PAZ, JODER!

Prue y Rachel se sentaron frente al cuerpo dormido de Phyllis, que ya estaba en el sofá y se pusieron a analizar el cuello, que estaba gangrenado alrededor de la aguja del dardo.

PRUE: Bien, no ha salido con mi telequinesis, así que también es inmune a mi magia.
RACHEL: Y supongo que será inmune a toda magia, por eso me he traído estos maravillosos guantes de látex, para quitar el dardo a la vieja usanza, Prue.
PRUE: ¿Quieres que lo haga yo?
RACHEL: Tranquila, es parte de mi trabajo.

Rachel tocó con mucha delicadeza el dardo, y al ver que no desprendía chispas ni ningún calambre, separó la aguja. Phyllis se movió, dolorida.

PATTY: ¡Cuidado, no despertéis a la bestia! (Y se acercó a su tía y su prima para verlo mejor)
RACHEL: Todo sea dicho, me fascina y me da miedo a la vez lo productivos que son en Red Swan para crear estos aparatuchos. (Se lo acercó a los ojos) ¡Por desgracia, son muy creativos! (Y lo guardó en una bolsa transparente dejándolo en la mesa. Acto seguido, limpió la herida con un algodón impregnado en alcohol)
PHOEBE: ¡AUCH, DUELE!
PRUE: ¿Puedes sanarla, Rachel?
RACHEL: Prue, es una bruja malvada. ¡No tengo tanto poder! Mi poder de curación no es precisamente una maravilla. Y la verdad, si te soy sincera, no quiero salir volando contra la pared.
PHOEBE: ¡YO NO SOY NINGUNA BRUJA MALVADA!
PATTY: No te preocupes, Prue. En el bolso tengo un bálsamo que limpiará la herida y le aliviará el dolor.

La hermana mayor de Phoebe Jr abrió su bolso, del que apenas se separaba y de su interior cogió un tarro pequeño de cristal con una especie de pasta grisácea dentro.
PHOEBE: ¡NO ME PONGAS ESA MIERDA EN EL CUELLO!
PATTY: Cuando no controlaba bien mi poder de la pirokinesis y me hacía constantes quemaduras, este bálsamo mágico me venía de perlas.

Patty se esparció un poco de la pasta en sus dedos y la extendió por la pequeña herida en el cuello de Phyllis
PHOEBE: ¡ESTÁ MUY FRÍA, MALDITA SEA!
PATTY: ¡Eh, tranquila, de verdad! ¡El efecto es inmediato!
PHOEBE: ¡¿EH?! ¡Ya no me duele, gracias!
PRUE: ¿Has dicho gracias? (sonrió)
CHRIS: La duda que nos queda es si lo ha dicho Phoebe o Phyllis... (dijo sujetándola fuerte)
PHOEBE: ¡SÍ, HE DICHO GRACIAS, QUERIDA RUBIA OXIGENADA!

Pronto el cuerpo dormido de Phyllis comenzó a hacer pequeños movimientos

PATTY: ¡Se está despertando!
RACHEL: ¿Acciono mi escudo? (Preguntó susurrando)
PRUE: ¡No, eso le asustaría! Tiene que vernos cercanos.
WYATT: ¿Tú qué opinas, primita?
PHOEBE: ¡Qué me sueltes, que vuelvo a ser yo misma!
WYATT: ¿De verdad?
PHOEBE: ¿Acaso Phyllis ha escuchado tu historieta sobre cómo conjuraste a Sofía Vergara con 13 añitos? (y se rio)
WYATT: Está bien, lo he captado (Y Wyatt y Chris dejaron de sujetar a su prima pequeña)
PHOEBE: ¿He hecho algo fuera de lo común?
PATTY: Nada, tranquila. Lo que siempre haces cuando has suspendido un examen, mosquearte con todos.
PHOEBE: No he podido controlar tantas emociones negativas... ¡lo siento!

PHYLLIS: ¿Dónde estoy? (Dijo asustada y algo adormilada aún por el dardo)
PRUE: Necesitabas ayuda y te la estamos dando
PHYLLIS: ¿Qué... qué ha pasado?
PRUE: Has escapado de Red Swan. Karen quería hacer experimentos contigo.
PHYLLIS: Ah, sí... ahora lo recuerdo todo. Necesito ayuda, chicos.

¿?: Nosotros también podemos ayudarte, Phyllis.

Wyatt, Chris, Patty, Phoebe, Rachel, Prue y Phyllis giraron su cabeza hacia la entrada del salón, donde dos hombres muy elegantes de blanco habían aparecido de la nada.

WYATT: Son los Limpiadores... (su voz denotaba respeto)
PRUE: Vaya, por fin veo a los tan famosos y mencionados Limpiadores...
LIMPIADOR: Cuando la magia está al descubierto, nosotros la ocultamos. Quitamos todas las evidencias, borramos todos los recuerdos. Todo lo que sea necesario.
PRUE: ¿Vais a llevaros a Phyllis?
PHYLLIS: ¿¡Qué!?
LIMPIADOR: Creemos necesario hacerlo. El riesgo de la exposición ha sido muy alto y por ello es más difícil que vosotros mismos podáis solucionarlo...
PRUE: ¡NO OS LA VAIS A LLEVAR! (Levantó su brazo derecho pero no pasó nada)
RACHEL: ¡NO OS LA LLEVARÉIS! (Gritó mientras accionaba su escudo orbitacional protegiendo a todos los integrantes del salón frente a los Limpiadores)
WYATT: ¡Es inútil, tienen mucho poder!
LIMPIADOR: Queridos Halliwells, debéis de entender nuestra posición... Somos una parte neutral. Existimos para proteger la magia, para ese fin, Phyllis se ha convertido en un problema.
RACHEL: ¿Son neutrales?
CHRIS: Así es ¿se te ha ocurrido algo?
RACHEL: ¡HENRY, ORBITA AHORA MISMO HACIA AQUÍ! (Gritó mirando al techo del salón, ya que Henry se encontraba en el segundo piso)
HENRY: ¿Qué pasa, hermanita? (Llegó rápidamente orbitando al salón)
RACHEL: ¡Te guste o no, Phyllis fue nuestro primer cargo y nuestra labor es salvarla!
RACHEL (telepáticamente): ¡Henry, orbitanos al Colegio de Magia!

Henry comenzó a disolverse en centenas de pequeñas órbitas al mismo tiempo que su hermana Rachel, Phyllis y Prue. En pocos segundos desaparecieron del salón.

PHOEBE: ¡Jodeos, Limpiadores, no os salisteis con la vuestra!
LIMPIADOR: Andas muy equivocada, pequeña.
Pronto, un estallido hizo que Henry, Rachel, Phyllis y Prue aparecieran otra vez dentro del escudo, con serios dolores y magulladuras.

HENRY: ¡Qué dolor!
PHYLLIS: ¡Agh!
PRUE: ¡Ogh, mi espalda!
LIMPIADOR: Nosotros no podremos entrar en la Escuela de Magia por ser neutrales, pero Phyllis tampoco al ser considerada bruja malvada.
RACHEL: ¡Mierda, es verdad! ¡Qué fallo más tonto!
PATTY: ¿No hay más alternativas?
PRUE: Sí, una.
PATTY: ¿Cual?
PRUE: No os llevareis a mi hija. (se entrometió muy segura)
LIMPIADOR: Para eso hemos venido, Prudence.
PRUE: Hagamos un trato.
LIMPIADOR: Te escuchamos.
PRUE: Si me voy con vosotros... ¿Solucionaréis todo el problema de la exposición mágica aunque yo no haya sido el causante de ellos?

Los limpiadores se miraron entre sí, mientras los Halliwell allí presentes intentaron cambiar de opinión a Prue

RACHEL: ¡Prue, te has vuelto loca!
PHOEBE: ¡No lo hagas!
HENRY: ¡Ese no es el camino!
CHRIS: ¡Prue, quédate!
WYATT: No, que se marche. Sólo así se solucionará todo. (Dijo muy convincente)
PATTY: ¿¡Qué dices tú!?
WYATT: Luego os lo explico...

LIMPIADOR: Bien, en parte el problema es causado por ti, Prue. Eres la madre de Phyllis. Y de no haber existido tú, ella tampoco...
PRUE: ¡No me has entendido, sólo pido una condición! Desaparezco yo, pero no mi hija.
LIMPIADOR: Aceptamos dicha condición.
PATTY: ¡No!
LIMPIADOR: Ahora, a la siguiente exposición mágica no tendremos reparo en llevarnos a Phyllis también.
WYATT: Adelante, Prue
PRUE: Sé que podréis encontrar una solución. Me voy completamente segura de ello (y abrazó a su hija, quien llevaba buen rato callada de miedo) Cuídate, y sé bienvenida en esta familia...
PHYLLIS: Pe... pe... pero...

Prue se despidió de todos, aunque Wyatt no se tomó tan en serio la despedida. Prue intuía que su sobrino mayor sabría algo que el resto desconocía, al saber que fue él el primero de los Halliwell en estar metido en un verdadero problema con Los Limpiadores.

PRUE: Decidle a Melinda y a Alice que las quiero, aunque entiendo sus posturas respecto a este tema.

El Limpiador líder, levantó su brazo, el cuerpo de Prue brilló y desapareció de dentro del escudo de Rachel para aparecer al lado de los Limpiadores.

PRUE: Adiós
PHOEBE: ¡No podréis hacer que lo olvidemos todo, y menos yo! ¡Estoy curtida en mil batallas gracias a mis poderes premonitorios!

El Limpiador líder sonrió levemente

LIMPIADOR: Seguramente tengáis algunos ecos distantes que permanezcan en vuestras mentes. Una sensación de déjà vus, tal vez... Pero como la mayoría de la gente, lo tomaréis como despistes. Y pasaréis.

El Limpiador líder volvió a levantar su brazo y con un fuerte destello procedentes de sus cuerpos, Prue y los seres neutrales desaparecieron. Todo recuerdo relacionado con Prue desapareció; sus fotos, su ropa, su vestuario... La habitación de Prue que compartía con Rachel pasó a ser de Bobbie, y el sótano, en el que se encontraba el viejo equipo fotográfico de Prue, también desapareció. Por supuesto, y lo primordial, es que todas las barbaridades que había hecho Phyllis con su poder también desaparecieron.

PHOEBE: ¡Oh, mis poderes son geniales, lo recuerdo absolutamente todo! (saltó alegre y emocionada)
PATTY: ¡Yo también!
HENRY: ¡Qué bueno!
CHRIS: ¿Y eso?
WYATT: Lo recordamos todo. Por eso estaba tranquilo, chicos...
RACHEL: ¿Qué sabías tú que no supiéramos el resto?
WYATT: Nuestras madres hicieron un hechizo en 2003, cuando conjuré a un dragón, para que pasase lo que pasase, ellas recordasen todo. Y ese hechizo, recitado por tía Paige, aún perdura en nosotros, está ligado a los Halliwell.
HENRY: ¡Fantástico!
PHYLLIS: ¿Prue ha desaparecido para que yo siguiera viva?
PATTY: Sí. ¿No te dijo ella que todo tenía solución?
PHYLLIS: Pero... ha dejado de existir por...
RACHEL: Porque te mereces una segunda oportunidad.
PHYLLIS: ¡Yo no puedo ser bien recibida aquí después de todo lo que os he hecho!
PATTY: Ya fuiste bien recibida hace semanas. Mucho antes de tu incidente con Mel...
PHYLLIS: ¿Cuándo? Yo aquí no recuerdo haber estado.
PATTY: ¡Sí, mujer! ¡La madre de Jared te purificó durante un día entero!
PHYLLIS: ¡YO NO RECUERDO NADA DE ESO! ¿¡YA ME ESTÁIS MINTIENDO!?
RACHEL: ¡Eh, eh, tranquila, todo tendrá una explicación!
PHOEBE: Phyllis dice la verdad. No era ella. (Confirmó leyendo sus emociones)
PHYLLIS: ¿¡Lo veis!? ¿Por qué nunca me creéis?
HENRY: Técnicamente porque eres una ases...
RACHEL: ¡¡HENRY!! (gritó mosqueada)
CHRIS: ¿Y si no eras tú, quién se hacía pasar por ti?

Hubo un gran silencio...

PATTY: ¿Y si fue Pauley, la secretaria de Karen? Ella se hizo pasar por mi en una ocasión...
PHYLLIS: ¡MALDITA ASQUEROSA HACIÉNDOSE PASAR POR MI!

Y la casa tembló, debido al poder de Phyllis
WYATT: Phyllis, tranquilízate o los Limpiadores vendrán a por ti.
PHYLLIS: Lo siento, lo siento mucho.
PHOEBE: Voy a prepararte una tila, necesitas descansar. ¿Puedes venir un momento conmigo, Rachel? (Le susurró) Es urgente
RACHEL: Sí, claro, voy. (Ya en el pasillo, dirigiéndose a la cocina)
PHOEBE: Verás, Rachel, tú que entiendes de estas cosas... (abrió la puerta a la cocina y se dirigió a una despensa) creo que Phyllis... (abrió la despensa y cogió la tila)... no se va a curar simplemente con una tila.
RACHEL: Ya lo sé, pero te recuerdo que has sido tú la que le ha ofrecido la tila. (Empieza a susurrar) ¿Qué quieres, drogarla? ¡Ni de coña!
PHOEBE: Cuando sus emociones me han invadido, me he dado cuenta de que está... (hubo un silencio)... enferma
RACHEL: ¡Vaya, qué novedad! (Saltó irónica) ¡Nunca me lo hubiera imaginado, Phoebs!
PHOEBE: Déjame terminar mi frase, anda. ¿Tú conoces alguna enfermedad en la que el enfermo pueda ver sombras constantes acechándole?
RACHEL: ¿Cómo, alucinaciones?
PHOEBE: ¡No sé, tú eres la experta en esta materia! Yo os veía a vosotros intentando sacarle el dardo a Phyllis, pero a la vez, me sentía como vigilada por fuerzas externas y juraría que en las paredes pululaban como humos, como sombras...
RACHEL: Tengo constancia de que existen enfermedades mágicas, muy bien explicadas en muchos libros de El Colegio de Magia, pero “sombras constantes que te vigilan” no me suena haber leído nunca, prima.
PHOEBE: No me extrañaría que esas sombras que me vigilaban también le hablasen a Phyllis. Quizá Karen no es tan mala y simplemente le estaba buscando un medicamento a Phyllis... (se quedó pensativa)
RACHEL: Karen es antónimo de bondad, recuérdalo. ¿Sombras que hablan? Mmmmm... a ver ¿Puede que haya una especie de esquizofrenia mágica, o que la esquizofrenia en seres mágicos afecte de distinta manera que a los humanos?
PHOEBE: Yo es lo que vi. Pero si no recuerdo mal, Phyllis comenzó a tener sus “locuras” tras la muerte de tía Prue...
RACHEL: Puede que el hechizo de “Para llamar a una bruja perdida” que hizo efecto en mi madre, tenga un efecto secundario y enfermizo en la “segunda bruja perdida”. Según tu razonamiento...
PHOEBE: ¿Perdón?
RACHEL: Toda la magia se plasmó en encontrar a mi madre, que era la verdadera heredera del Poder de 3, pero no era la única “bruja perdida” de la familia. Entonces se despertó en Phyllis la magia que tenía dormida pero no al completo. Lo que quizá pueda hacer que esté trastornada, que haya un desequilibrio y su magia siempre esté revolucionada, pero no lo aseguro. ¡Son todo suposiciones, no he leído nada así en ningún libro!
PHOEBE: Menos mal que cuando leí por primera vez El Libro de las Sombras y concedí todos los poderes no me dejé a medias. ¡Estaríamos todos locos!
RACHEL: Por ahora, encuentro dos soluciones, o le quitamos los poderes a Phyllis, algo de lo que no estoy completamente de acuerdo pues es una Halliwell, pese a todo. O...

De repente, sonó cómo unos cristales se rompieron y Patty llegó corriendo hacia la cocina.

PATTY: ¡La tila ha tardado demasiado en venir, Phyllis se nos ha escapado!

Las tres fueron corriendo al salón, y vieron como una de las ventanas había sido rota, mientras Henry, Wyatt y Chris se ponían de pie.

RACHEL: ¿Estáis bien, chicos?
CHRIS: ¡Perfectamente, no hay nada más placentero que salir volando y aterrizar en el sofá!
WYATT: ¡Mierda, se nos ha escapado!
HENRY: ¿Voy detrás de ella?
WYATT: Vamos los tres, chicos, pero con cuidado de exponer la magia.

Los tres varones Halliwell cogieron la puerta y comenzaron a correr detrás de Phyllis, quien llevaba ya varios metros de ventaja.

ALICE: ¿Qué ha sido ese ruido?

Preguntó la gemela de Patty mientras bajaba las escaleras junto a Melinda.

MELINDA: ¡Ay, mi ventana!
ALICE: ¡Qué ego tienes, Mel, te recuerdo que el propietario de la casa es Wyatt!
PATTY: ¡Dejad de discutir, chicas!
PHOEBE: Nos han visitado Los Limpiadores y se han llevado a Prue, en teoría, ellos creen que no nos acordamos de ella...
ALICE: Anda... ya decía yo que en el baño había menos cremas...
MELINDA: ¿Ha dejado de existir Prue para proteger a Phyllis? ¿¡En qué cabeza entra eso!?
RACHEL: Nos guste o no, tú también perdonarías a Bianca si ella en un futuro hiciera algo muy malo y te pidiera ayuda y una segunda oportunidad ¿o no?
MELINDA: Mi hija Bianca de mayor será muy educada y no irá por ahí matando a gente, ni estará loca.
RACHEL: Bueno, no te lo discuto, pero esta mujer, aunque no nos guste, lleva nuestra sangre, es nuestra prima y es la hija de nuestra tía, y tenemos que ayudarla porque Prue está segura de que tiene solución. Los poderes de Phyllis están alterándose cada vez más y si no llegamos a tiempo, la van a matar.
ALICE: ¿Por qué eres tan verborreica y tienes un don para hacernos sentir mal? Está bien... ayudaré.
RACHEL: ¡Esa es mi prima!
PATTY: ¿Tú te apuntas, Mel?
MELINDA: Sólo si eso quiere decir que Phyllis no nos va a amenazar nunca más con una navaja...
PHOEBE: ¡Venga, Mel!

Y las cinco se abrazaron.

RACHEL: Bien, chicas. Patty, Phoebe y yo seguiremos buscando información sobre trastornos o enfermedades mágicas, y vosotras dos podéis ir cogiendo un péndulo o pensar en hechizos para traer de vuelta a Prue.
Rachel, Patty y Phoebe se fueron a la cocina mientras que Melinda y Alice fueron al ático. Entre medias, bajaron al salón Gloria y Bobbie, quien estaba ya harta de enseñarle la casa.

BOBBIE: ¡Y este es el salón! ...donde ya has estado antes... (Se quedó mirando hacia la ventana rota) ¿Y aquí qué ha pasado?
GLORIA: Un tiroteo. ¡Vengo de un pueblo muy pequeñito que es el número uno en tiroteos en toda Colombia y sé distinguir cuando ha habido balas de por medio!
BOBBIE: ¡Ay, maldito personaje de ficción! (susurró cansada)
GLORIA: Niña, ya estoy derrotada de estas cuatro paredes. ¡Me voy a dar un paseo, vuelvo a la hora de comer!
BOBBIE: ¡Adiós Gloria, adiós!

Bobbie se tumbó en el sofá, muy cansada; sin darse cuenta de lo que había hecho; exponer un personaje de ficción en el mundo real. La novia de Rachel cerró los ojos, cansada... y tras el despiste inicial, salió corriendo de la casa en busca de la mujer latina.

BOBBIE: ¡Mierda, la he liado! ¡Y no sé cuánto tiempo me he quedado dormida! ¡¿GLORIA?!

Pauley llevaba varios días comunicándose por el ordenador con Karen, que se encontraba en África de ayuda humanitaria manteniendo una imagen a los medios de comunicación de una mujer que lucha contra las injusticias. Pauley se hallaba sentada en el despacho de su jefa, buscando unas carpetas.

PAULEY: ¡Señora, he de despedirme! Necesito silencio para recordar dónde dejé unas carpetas...
KAREN: Está bien, yo he de volver al poblado. Recuerda darle la dosis diaria a Phyllis...
PAULEY: Sí, señora. (Se despidió de su jefa y cerró la tapa del ordenador portátil) ¿¡Dónde he dejado las carpetas!?
LINDA: ¿Qué buscas, joven humana? (Apareció fluctuando)
PAULEY: ¡MALDITA DEMONIO! ¡Qué susto me has pegado!
LINDA: Siento incordiarla de esta manera, pero en mi pequeño habitáculo, llamado dormitorio, que me habéis ofrecido en esta gigantesca torre de hormigón, he notado que se os ha escapado alguien.
PAULEY: ¿Cómo alguien? Es la hora del descanso para muchos trabajadores. Es lo normal. Aquí no esclavizamos a los trabajadores; porque no se puede, básicamente, que sino...
LINDA: Yo he notado como si alguien escapase de aquí pero sus métodos para escapar hayan desaparecido.
PAULEY: ¿Perdón?
LINDA: Sí, sí. Como oyes. (Cerró los ojos), es la bruja esa loca que tenéis secuestrada. Ha desaparecido de aquí sin dejar rastro.
PAULEY: ¿Phyllis? ¿Estás de broma, no? (Comenzó a alterarse y encendió el portátil nuevamente, tecleó algo y unas cámaras grababan la habitación de Phyllis) ¡Aquí no está, maldita sea! (Volvió a teclear para retroceder los minutos y ver cuándo y cómo había escapado, pero fue imposible) ¡Nada, aquí no sale nada!
LINDA: ¿Es grave, no, joven humana?
PAULEY: ¡Grave no, gravísimo! ¡Cómo se entere Karen acabamos chamuscadas!
LINDA: ¿Y con toda la tecnología que tenéis en vuestro mundo no hay ningún aparato que sepa dónde está la bruja esa?
PAULEY: ¡Claro, el chip! (Y volvió a teclear en el portátil)

Patty, Rachel y Phoebe habían llenado la cocina de innumerables libros de El Colegio de Magia que acababa de pedir prestados Rachel minutos atrás, gracias a las pociones teletransportadoras que le hacían ir y venir a donde ella quisiera. Cómo conocía ya tan bien la biblioteca de El Colegio de Magia, no le fue difícil coger los libros necesarios.

PHOEBE: Oye, estoy ya harta de estudiarme libros y libros en la universidad sobre el maravilloso mundo de la Arquitectura como para ponerme ahora a leer libros sobre enfermedades mágicas ¡Y encima muchos libros están escritos con otros alfabetos!
RACHEL: ¡Y para eso he traído también este maravilloso diccionario de lenguajes mágicos! ¡No te quejes tanto, Phoebs!
PATTY: Rachel... está muy bien todo lo que tú has hecho, pero lo primero que no tenemos aquí es tiempo. Phyllis puede hacer cualquier burrada y eso conllevará que Los Limpiadores la eliminarán y Prue no volverá. Hay que hacer algo rápido, como un hechizo.
RACHEL: ¿Un hechizo?
PHOEBE: ¡Es verdad, un hechizo!
PATTY: ¡Claro! ¿Y si recitamos un hechizo que nos abra los libros justo en la hoja que necesitamos?. Yo estaría encantada de devorarme ahora estos quince libros que has traído tan gustosamente desde El Colegio de Magia... (agregó irónica)... pero no hay tiempo.
RACHEL: ¡Está bien, está bien, tienes razón! ¡Y menos ironías conmigo, Patty!
PHOEBE: ¡Bien, pues bolígrafo y papel y que la suerte esté de nuestra mano!
RACHEL: Mientras piensas en el hechizo, nosotras dos nos pondremos a revisar los libros. ¡Avisa cuando hayas acabado!
PHOEBE: ¡Ya está!
RACHEL: ¿Ya? (Preguntó completamente asombrada)
PATTY: ¿Ya, es una broma, Phoebs?
PHOEBE: Para nada, sabéis que soy muy buena creando hechizos. Tomad, el papelito.

La benjamina de la familia les dio el papel donde había escrito el hechizo, y Patty y Rachel lo repasaron.

RACHEL: Siendo sincera, no te has comido mucho la cabeza escribiéndolo... (dijo poniendo una mueca molesta)
PHOEBE: ¡Es sencillo y eficaz! ¿Qué quieres, algo más sofisticado para que la lengua se nos trabe?
RACHEL: Confiemos en que sea eficaz...
PHOEBE: ¿Qué, lo decimos las tres en alto para que tenga más fuerza el hechizo?
PATTY: Sí, me parece bien.
LAS TRES:
Nuestras preguntas buscan respuestas.
He aquí nuestra petición,
buscamos una solución.

Los libros comenzaron a abrirse como si una corriente de aire acabara de entrar con violencia; las persianas y cortinas se cerraron dejando a oscuras la cocina y cuando todo estaba totalmente negro, un humo blanco apareció de la nada iluminando a las chicas. Pronto, el humo fluorescente se esparció por todo el recinto culinario y las tres Halliwell pudieron ver cómo, frente a ellas, la humareda blanca iba cogiendo la forma de dos humanos...

En el ático, Melinda ojeaba con desgana El Libro de las Sombras mientras su prima Alice movía el péndulo encima de un antiguo mapa de la ciudad. Por si fuera poco, también tenía en la mesa otro mapa, más grande, en que se mostraba todo el mundo y otro del sistema solar. Como la pobre mujer desconocía dónde podían vivir Los Limpiadores, a su vez tenía el ordenador portátil hechizado para que Google buscase a Prue.

MELINDA: ¡Nada, absolutamente nada! ¿Cuándo nos dejó de ayudar este libro y pasó a ser simple elemento decorativo del ático? (se acercó hacia Bianca que estaba jugando en su cuna plegable)
ALICE: Aquí tampoco aparece nada...
MELINDA: ¿Qué le has hecho a tu ordenador portátil? (Preguntó asombrada al ver que Google buscaba por todo internet la localización de su tía)
ALICE: He rociado polvo de amapolas mientras hechizaba el portátil para que encuentre a Prue. ¿¡No dicen que Google lo encuentra todo!? ¡Y es por una buena causa!
MELINDA: Me sorprendes mucho cuando piensas, Alice. No vuelvas a ser rubia nunca más. (Le echó una sonrisa burlona a su prima) ¿Encontraremos a Prue a través de Yahoo Respuestas? (Y le salió una carcajada)
ALICE: Tú ríete, pero voy a patentarlo y me voy a hacer multimillonaria.
MELINDA: Pues no es por desanimarte... pero no veo ningún resultado.
ALICE: ¡Pues en algún sitio tendrán que estar tanto Prue como los hombres de polvo talco!

Melinda volvió a acercarse a su hija, la cogió en brazos y comenzó nuevamente a dar vueltas por el ático, como una manera de potenciar su capacidad para pensar en soluciones...
MELINDA: Mmmmmm...
ALICE: ¿Se te ocurre algo? Me duele bastante la muñeca...
MELINDA: Wyatt me contó que cuando mi padre estaba siendo buscado por El Ángel de la Muerte, mi madre decidió convertir a todos los varones de San Francisco en dobles de mi padre...
ALICE: ¿Qué quieres decir con eso?
MELINDA: Quiero decir que no sabemos dónde viven, ni dónde están, pero sí sabemos a qué vinieron. ¿No?
ALICE: Sí, a por Phyllis por exponer la magia...
MELINDA: Si todas nos transformamos en Phyllis y exponemos la magia; no sabrán qué Phyllis exactamente ha sido ¿no?.
ALICE: Bonita teoría, pero eso sólo se ve si funciona en la práctica, Mel...
MELINDA: Quien no arriesga, no gana. ¡Venga, a preparar el hechizo!

Nahia seguía sentada en su trono, cansada. Estaba en una época de la gestación en la que sus energías se consumían rápidamente y prefería quedarse sentada en el trono, mientras sus fieles le iban comunicando qué ocurría en su reinado o en el mundo. Cuando comenzaba a dormirse, el cuerpo de La Vidente apareció frente a ella.

VIDENTE: Señora... (hizo una reverencia)
NAHIA: ¿Sí, qué quieres?
VIDENTE: ¿Cómo una Fuente puede estar postrada en su trono sin moverse? Está insultando a toda una dinastía de terror y respeto. ¡Me está insultando hasta a mi! ¡Jamás he tenido una Fuente con esta actitud! (Reconoció muy seria)
NAHIA: Querida Vidente, te estás tomando muchas libertades últimamente al tratarme con desprecio ¿No crees?
VIDENTE: Es la verdad, señora.
NAHIA: Este maldito bebé no hace más que consumirme la energía...
VIDENTE: Soy una experta preparando tónicos. Quizá necesite uno, para sentirse con más fuerza.
NAHIA: Mi paladar jamás será dueño de tus tónicos. Conozco tu historia; y el cómo consigues manipular a la gente con esos asquerosos líquidos...
VIDENTE: Bien, si quiere seguir postrada cogiendo peso en el trono, no seré yo quien le haga cambiar de opinión...
NAHIA: Me cansas, mucho. ¿A qué has venido?
VIDENTE: He notado cierta alteración, como si algo hubiera desaparecido.
NAHIA: ¿Algo, algo como qué?
VIDENTE: Algo importante, pero no sabría el qué. Culpa mía, venía a pedirle ayuda, viendo que como Fuente de Todo Mal, también es una fuente de eterna sabiduría, pero veo que estoy muy equivocada...
NAHIA: Paso. No me interesa. (Y cerró los ojos, dispuesta a dormirse)

La Vidente desapareció de la escena clavándole una mirada de asco y de odio a su actual jefa. ¿Cómo era posible que la todopoderosa Fuente descansara en el trono y obviase temas tan importantes? El bebé que llevaba en su interior era maldad pura, por lo que según el criterio de la Vidente, Nahia debería ser más sanguinaria y violenta. Quizá el bebé estuviera acabando con la vida de Nahia, tal como le pasó a ella en el 2002.

Phyllis seguía corriendo por la acera de los barrios residenciales de Chicago a la vez que sus primos varones la perseguían metros atrás.

WYATT: ¡¡Phyllis, detente!!
CHRIS: ¡Para, por favor!
HENRY: ¡Sólo queremos hablar!
PHYLLIS: ¡DEJADME EN PAZ, NO QUIERO ATACAROS! ¡RECUERDO TODO EL DAÑO QUE HE HECHO, MALDITA SEA!

Lo más sencillo sería que los tres orbitasen frente a la hija perdida de Prue y la parasen con sus propias manos, pero la advertencia de los Limpiadores aún estaba muy cerca, y no querían correr riesgos. No aún tan pronto, al menos.

CHRIS: ¡Es inútil, tíos, la mujer no se cansa!
HENRY: ¡Está cerca de los cuarenta, algún día tendrá que rendirse!

Siguieron corriendo, y en un despiste de Phyllis, se lanzó a la carretera. Un coche iba a estamparse contra ella, pero la mujer, asustada por tal distracción, levantó sus brazos. El coche desapareció de la carretera y apareció empotrado en la pared de una de las casas. El humo y el fuego se apoderaron de la calle.

PHYLLIS: ¡LO SIENTO, LO SIENTO! (Se cayó al suelo mientras se tiraba el pelo a tirones) ¡YO NO QUIERO ESTO, POR FAVOR! ¡NO SOY NINGUNA ASESINA!

WYATT: Chicos, id a calmarla. He de ir a sanar al conductor.

Wyatt se alejó del grupo para sanar al conductor víctima de los poderes incontrolados de Phyllis, mientras que Henry y Chris se acercaron hacia su desconocida prima para intentar consolarla.

PHYLLIS: ¡No os acerquéis!
CHRIS: ¡Está bien, está bien! ¡Sólo queremos hablar!
PHYLLIS: ¿De qué? ¿Del número de la navaja con la que os ataqué? No, gracias. ¿Que desde que conozco la magia sólo me ha traído problemas? ¿Que no encuentro mi lugar en este mundo, ni antes ni ahora?
CHRIS: Danos un poco de tiempo y te encontraremos una solución, Phyllis.
PHYLLIS: Y encima Prue ha desaparecido para protegerme y yo la he vuelto a fastidiar... (dijo mirando el coche empotrado, donde estaba Wyatt sanando al conductor que iba dentro)... Soy una maldita bomba de relojería.
HENRY: ¡Mierda, es verdad, has expuesto la magia otra vez! ¡Los Limpiadores volverán!
CHRIS: ¡Imbécil, no le des más miedo! (Soltó muy enfadado)
PHYLLIS: ¡No quiero desaparecer, sólo quiero una vida tranquila!
WYATT: El conductor está bien... no recuerda qué le ha pasado. (Dijo acoplándose al grupillo nuevamente)
HENRY: Los Limpiadores están al venir y tenemos que salvar a Phyllis... y al ver que los tres tenemos poderes luces blancas y la exposición mágica ya está hecha, no veo problema en que...
WYATT: Buena idea Henry. Deberías usar más veces tu cabeza.
CHRIS: ¡Pues venga, hay que hacerlo rápido, que estarán de camino!

Henry, Wyatt y Chris se inundaron de órbitas blancas y sus físicos masculinos cambiaron completamente por el cuerpo femenino de Phyllis, incluida su vestimenta. Henry, disimuladamente, aprovechó para tocarse sus nuevos pechos.

HENRY: Son naturales. (Alucinó)
PHYLLIS: ¿¡Qué!? (Preguntó confusa al ver cómo sus primos se habían transformado en ella)
CHRIS: Tranquila, sólo vamos a crearles una pequeña confusión a los hombres de blanco... (le tendió su mano y Phyllis accedió poniéndose de pie)

Un fuerte destello se materializó en medio de la calle y los dos elegantes hombres vestidos de blanco reaparecieron.

LIMPIADOR: ¿Qué estáis tramando?
WYATT: Nos acordamos de todo (Se rio)
LIMPIADOR: Eso es imposible.
CHRIS: Sabemos que habéis hecho desaparecer a Prue. ¿Qué otra prueba más necesitáis para que veáis que nos acordamos de todo?
LIMPIADOR: Prue ya no volverá y venimos a por la bruja perdida. Ha vuelto a exponer la magia en público...
HENRY: Bonitos trajes. ¿Dónde los habéis comprado?

Y acto seguido, los cuatro se dieron de la mano y desaparecieron entre órbitas.
LIMPIADOR: Veo que no ha sido la única persona que ha expuesto tan severamente la magia en esta ciudad... (Alzó su vista hacia Bobbie y Gloria, que iban andando por la calle)

BOBBIE: Simplemente te estoy diciendo que debes de volver a casa.
GLORIA: ¿¡Por qué!? ¡Tengo una familia! Me están esperando Jay, Manny y Joe.
BOBBIE: ¿Acaso no sabes en qué año vives? ¡Manny y Joe ya te habrán hecho abuela, incluso! Y Jay... ya era muy mayor ¿no? (Intentaba no precisar, pues al fin y al cabo hablaba con un personaje de ficción y la familia de Gloria realmente no existía). Quizá Jay ya esté... lo más seguro...
GLORIA: Jovensita, ¿en qué año estoy?
BOBBIE: Veo que estar en las profundidades marinas te ha afectado bastante...
GLORIA: ¡Ay! ¿Y mi Wyitto dónde está?
BOBBIE: ¿Andas buscando a tu marido e hijos y de repente te acuerdas de Wyatt? (Preguntó confusa)
GLORIA: ¡Y de mi pequeño Chris! ¿Qué hora es? ¡Les tengo que preparar un batido de chocolate con una pisca de sal!
BOBBIE: ¡No hay quien te entienda! Has visto que Wyatt y Chris ya son unos hombres...
GLORIA: Da igual, yo los quiero por igual. El amor por ellos está en todas partes, incluso a la vuelta de una esquina. (Sonrió) ¡Anda, mira, una esquina!
BOBBIE: Esto no puede ser verdad... (miró cabizbaja al suelo)
GLORIA: Vengo de un barrio con muchas prostitutas.
BOBBIE: No, no es verdad... (Suspiró)

Gloria se quedó obnubilada viendo la esquina que daba camino hacia donde se encontraban los Limpiadores. Bobbie se percató de que era muy raro ver a dos hombres elegantes a esas horas tempranas en el barrio.

GLORIA: ¡Mira qué bien vestidos están! Seguro que sus trajes están hechos en algún taller clandestino.
BOBBIE: Gloria, me da muy mala espina todo esto. Es mejor que nos marchemos antes de que...
GLORIA: ¡Hola, hola! (La mujer se acercó gritando a Los Limpiadores)
BOBBIE: ...Antes de que entables conversación con unos desconocidos... (Volvió a suspirar)

Bobbie no sabía quienes eran, aunque sí es cierto que había oído hablar en boca de Wyatt de quienes eran los Limpiadores, pero aún así, no los sabía distinguir.

GLORIA: Cuánta elegancia junta. ¿Qué tejido es?
LIMPIADOR: Mmmm... (Los dos limpiadores la inspeccionaron de arriba a abajo)
BOBBIE: Disculpad a mi amiga, es nueva en la ciudad y se ha perdido.
LIMPIADOR: ¿Estás creada por magia, verdad?
GLORIA: ¿Eso es un piropo, no? ¡Aaaaaaaay, muchas gracias! (Y le abrazó)
BOBBIE: ¿Ma... magia? (En su garganta notó como un nudo)
LIMPIADOR: Percibimos que has sido creada por magia. Y aunque tú no eres su creadora... (miró seriamente a Bobbie)... Sí has dejado exponerla en la calle...
GLORIA: ¿¡Es qué no puedo salir a a dar un paseo por la calle, malparido!?
BOBBIE: ¡Mierda, Gloria, corre, corre! (Y la cogió del brazo y salieron corriendo)
GLORIA: ¿¡QUÉ PASÓ, QUÉ PASÓ!? ¡SE ME VAN A ROMPER LAS MEDIAS!

Bobbie agarró del brazo al personaje de ficción y salieron corriendo de allí. En su adolescencia Wyatt intentó por todos los medios que Gloria no saliera de la Mansión Halliwell de San Francisco para que Los Limpiadores no fueran detrás de él, pero ella, en un pequeño despiste hizo que Gloria saliera del hogar provocando su exposición.

Bobbie miró hacia atrás, y vio como los Limpiadores seguían parados en el mismo sitio.

GLORIA: ¿Qué les pasó?
BOBBIE: No lo sé. No sé porqué están ahí parados y no vienen a por nosotras...
GLORIA: ¿Qué hemos hecho?
BOBBIE: Es una larga historia. Sigamos corriendo, venga.

Entonces, a muchos metros de distancia, Los Limpiadores levantaron sus brazos y las dos mujeres desaparecieron. Simultáneamente, en la cocina de la Mansión Halliwell de Chicago, Patty, Phoebe y Rachel eran testigos de cómo el humo luminoso se había transformado en dos figuras humanas; en la de un hombre y en la de una mujer, ambos con aspecto joven.

RACHEL: ¿Quienes sois vosotros?
PHOEBE: ¡Se supone que los libros se abrirían en la página adecuada, no esto!
PATTY: Claro, si te trabajases mejor los hechizos, estas cosas no pasarían...

Frente a ellas, estaban los dos misteriosos jóvenes que compartían un color de piel bronce con marcas azules estilizadas, que recordaban a tatuajes tribales, y profundos ojos azules. El joven muchacho tenía el pelo corto y con aspecto dorado metálico mientras la chica joven llevaba el pelo negro y rizado.

ELLA: Tranquilidad, jóvenes brujas. El hechizo no era erróneo. Somos Los Protectores.
PHOEBE: ¿Los hermanos pequeños de Los Limpiadores?
RACHEL: Eh... Phoebs... por favor...
PROTECTOR: Para nada, joven empática. Somos seres celestiales que vigilamos y protegemos a las brujas y brujos perdidos que no han encontrado su destino.
PATTY: ¿Cómo si fuerais luces blancas?
PHOEBE: Qué lista eres, hermana.
PROTECTORA: No nos gusta esa comparativa, pero sería algo parecido. Cada año nacen decenas de brujos que son desterrados de sus poblados o de sus familias por miedo a ser castigados, y estos brujos, sin haber encontrado su verdadero destino, son muy peligrosos para la sociedad.
RACHEL: ¿Cómo que peligrosos?
PROTECTOR: Nosotros intentamos vigilarlos y protegerlos en la sombra para que no expongan la magia ni sus poderes a la sociedad humana, pero nunca decimos sus identidades ni sus ubicaciones...
PROTECTORA: ...Con el único fin de conseguir un equilibrio cósmico

Las tres brujas no entendían nada y hubo un silencio muy molesto

PROTECTOR: ¿Y bien, a qué se debe vuestra llamada?

Hubo otro silencio

PROTECTORA: Perdonad ¿Sois las Halliwells, verdad?
RACHEL: ¿Sí, por qué?
PROTECTORA: Al ver que no respondéis, quería deciros que no entendemos vuestra llamada, pues no hay ninguna bruja perdida en vuestra familia.
RACHEL: ¿Cómo que no, y mi madre, y mi prima Phyllis qué son?
PROTECTOR: Ya encontraron su camino. Al menos, la primera. Una vez que encuentran su destino, nosotros no tenemos potestad sobre ellos. Pasan a ser parte de los luces blancas.
PATTY: El problema está en que Phyllis no encuentra su destino, y ya que habéis aparecido tras el hechizo, supongo que tendréis una solución que darnos...

Los dos protectores se miraron fijamente

PROTECTOR: A esa bruja la dejamos de percibir cuando tenía cuatro años.
PHOEBE: Tras la muerte de Prue. (razonó)
PROTECTORA: De hecho, dejamos de percibir ese mismo día también a Paige Matthews.
RACHEL: Yo fui temporalmente la luz blanca de Phyllis, pero es todo muy raro. ¿Conocéis algún caso de algún brujo o bruja que no se considere “perdido” pero que tampoco haya conseguido su destino?
PROTECTOR: Si los conocemos o no, es insignificante, no podemos dar nombres.
RACHEL: ¿Entonces a qué habéis venido?
PROTECTORA: Hemos recibido vuestra llamada
Para las chicas, la conversación comenzaba a ser cansina y repetitiva.

RACHEL: Bueno ¿y al menos conocéis la razón por la que dejáis de percibir a las brujas?
PATTY: ¡Eso! ¿Cómo se convierte una de “bruja perdida” a “bruja encontrada”?
PROTECTOR: ¿De verdad esa pregunta? Creo que queda claro para qué sirve el hechizo de “Para encontrar a una bruja perdida”
PHOEBE: ¡Sí, pero a eso vamos! (se estaba enfadando al ver que no llegaba a nada la conversación) ¿Por qué tía Paige encontró su destino mientras se recitaba ese hechizo y al mismo tiempo Phyllis no?
RACHEL: Creemos que lleva toda una vida enloquecida porque no está considerada ni una bruja perdida pero tampoco es una bruja “oficial”.
PATTY: “Bruja encontrada” suena mejor (puntualizó muy segura)
PHOEBE: No te engañes Patty, suena mal de las dos formas.
RACHEL: No siendo una bruja perdida, ni una oficial u encontrada (miró de reojo a su prima) y estando en un término medio mágico desconocido para la sociedad mágica creo que hace que sus poderes se descontrolen y ella vea cosas que realmente no son. Como una especie de alucinaciones.
PROTECTORA: ¿Qué sangre se usó para recitar el hechizo y encontrar a Paige?
RACHEL: La sangre de tía Piper. ¿Por?
PROTECTOR: Como norma general, ese hechizo encuentra todos los familiares perdidos y desconocidos que haya en la familia, si bien es cierto que la sangre con la que se recitó da más importancia a lazos familiares más cercanos.
RACHEL: Claro, no es lo mismo usar tu sangre para encontrar a una hermana que a una sobrina. ¿No?

Los dos protectores asintieron.

PATTY: ¿Entonces qué solución encontráis?
PROTECTORA: Hay que recitar de nuevo el hechizo para que salga de ese término medio. Es muy fácil, sólo tendrá que recitarlo su madre impregnando de sangre el cazo. Lo que comenzó hace 35 años con la sangre de su tía Piper, se solucionará por fin con la sangre de su madre.
PATTY: ¿¡Su madre!? Anda desaparecida por hacerse la heroína...
PROTECTORES: Esperemos que vuestros problemas se solucionen y nunca os perdáis por el camino...

Justo tras hablar los dos a la vez, las persianas y las cortinas de la cocina se abrieron, volviendo la luz al mismo tiempo que el humo luminoso desapareció de la cocina.

PHOEBE: Lo mejor es que subamos al ático y ayudemos a Mel y a Alice para buscar a Prue.

Las tres se marcharon de la cocina rumbo al ático. Mientras subían hacia el ático, las tres primas desconocían que Melinda y Alice estaban inmersas recitando un hechizo para que se convirtieran en Phyllis, todo un proceso para confundir a Los Limpiadores.

MELINDA Y ALICE:
Sus lentes verán a Phyllis en nuestro presente.
Cambio radical, visión engañosa.
De larva a mariposa
Las dos mujeres brillaron y se transformaron en Phyllis

MELINDA: ¡Ha funcionado, aunque no me ha hecho ni pizca de gracia que insinúes que antes éramos unas larvas!
ALICE: ¿Qué quieres? ¡Mariposa era lo único que rimaba con engañosa!

Bianca, en brazos de Melinda, comenzó a llorar, pues no reconocía a su madre en el cuerpo de Phyllis.

MELINDA: Sí, sin duda funciona. (Se acercó a la ventana y vio como la gente de la calle no había mutado en Phyllis)... se ve que sólo ha funcionado en nosotras dos. ¡Vaya! ¿Así quién va a confundir a Los Limpiadores?
ALICE: ¿Y dices que tu madre consiguió que todos los de San Francisco se convirtieran en tu padre? (Se quedó pensativa) Supongo que tendrá que ver que nosotras vamos por el tercer año de brujas y ella iba mucho más adelantada, Mel.
MELINDA: Puede que tengas razón.

La puerta del ático se abrió y entraron Rachel, Phoebe y Patty, también con el aspecto de Phyllis.

RACHEL: ¡Ey! ¿Qué habéis hecho?
PHOEBE: ¡Dios mío, qué mal, estoy cerca de los cuarenta años, agh! (Gritó con asco)
PATTY: Nosotras que veníamos a ayudaros a buscar a Prue... y nos lo pagáis así...
MELINDA: ¡Bingo, al menos en otras tres ha funcionado!
ALICE: Vamos a exponer nuestros poderes en público y así Los Limpiadores vendrán y nos darán a Prue.
PATTY: ¿Por qué lo ves tan sencillo?
ALICE: No sé, la verdad. Y si no funciona, pues ya me encargaré yo de darles una patada en los huevos.
PATTY: ¡Qué soez, eres!
RACHEL: Sea como fuere, habrá que hacerlo, necesitamos sí o sí a Prue para curar del todo a Phyllis
MELINDA: ¿Ya habéis encontrado una cura para esa mujer?
PHOEBE: Sí. La sangre de Prue.
MELINDA: ¡Entonces id haciendo palomitas porque lo que va a venir ahora va a ser muy bueno!

Melinda dejó a Bianca en la cuna plegable, donde se tranquilizó y comenzó a jugar con sus juguetes. Una vez dejada su hija, Melinda se acercó nuevamente a la ventana del ático y la abrió.

PHOEBE: ¿Qué pretendes hacer?

Alice se acopló a la ventana junto a su prima Melinda.

ALICE: ¿Estás preparada?
MELINDA: ¡Por supuesto! (Comenzó a gritar desde la ventana) ¡Ey, vecinos, carteros y demás transeúntes, fijaos todos cómo exploto esa boca de agua!

Melinda accionó su poder explosivo en una boca de agua contra incendios que había en la acera frente a su casa. Al explotar, el agua salió verticalmente disparada varios metros, por lo que Alice cerró los ojos y el agua se congeló, creando una especie de árbol congelado. La gente que pasaba por la calle y los vecinos, comenzaron a gritar despavoridos, aunque a decir verdad, más de uno se quedó obnubilado y aprovechó para aplaudir la performance mágica que habían hecho las jóvenes brujas.

ALICE: ¡Qué bonito nos ha quedado!
MELINDA: ¡Cierro ya, que me muero de frío!

Melinda cerró la ventana y ahora, las cinco se quedaron esperando a que Los Limpiadores aparecieran.

RACHEL: Creo que ya vienen... Percibo algo...

Sin embargo, innumerables órbitas azules aparecieron de la nada en el ático y se materializaron en cuatro Phyllis; y esta vez, entre estas cuatro, sí estaba la verdadera.

PATTY: ¡¿Pero bueno, y vosotras quiénes sois ahora?!
LOS CUATRO: ¡Phyllis!
PHYLLIS: Yo soy la verdadera. Gracias por todo.

Finalmente, Los Limpiadores aparecieron en escena y las nueve Phyllis se agruparon dándose de la mano.

LIMPIADOR: Me sorprende cómo defendéis a una asesina...
WYATT: ¡No hagáis caso a lo que dice, sólo quiere derrumbarnos psicológicamente!
LIMPIADOR: ¿Quién es la verdadera? O mejor aún... ¿Quiénes no lo sois?... Quizá si os informo de que Bobbie ha desaparecido, podáis ayudarnos...
RACHEL: ¿Bob...? (Muy sorprendida, intentó callarse, pero ya era demasiado tarde)
LIMPIADOR: No creo que Phyllis mantenga tan buena relación con esa joven como para preocuparse... (Y se acercó a Phyllis/Rachel)
Entonces, Rachel rivalizando con su mirada al Limpiador líder, accionó el escudo orbitacional protegiendo a toda su familia allí presente.

LIMPIADOR: También hemos hecho desaparecer a Gloria Pritchett... ¿Wyatt, dónde te escondes? ¿Cuántas travesuras tuvo que ocultar tu madre para que no te hiciéramos desaparecer? Aún no es tarde, y puedes venir con nosotros.
WYATT: ¿Sois conscientes de que tendréis que hacer regresar a Prue, verdad? No podéis hacer desaparecer una bruja buena porque se desequilibraría la lucha contra el mal. Y como neutrales que sois...
LIMPIADOR: La pérdida de una bruja no es trascendental. La balanza entre el Bien y el Mal no se desestabilizaría por una insignificante pérdida.
CHRIS: ¿Bien, y si todos los Halliwells exponemos la magia? Desaparecería el clan de brujos buenos más poderoso de todos los tiempos... y eso sí os pondría en un aprieto ¿verdad?
ALICE: Menuda balanza menos equilibrada os quedaría con nuestra ausencia, señores de polvo talco.
LIMPIADOR: No os atreveríais a desaparecer.
ALICE: Sois vosotros quienes no os atrevéis a hacerlo.
HENRY: En un abrir y cerrar de ojos podemos orbitar a plena luz del día y exponerlo todo...
PHOEBE: ¿Correríais ese riesgo?
MELINDA: ¿Has visto lo bonito que nos ha quedado la fuente congelada?
PATTY: Además, si os preocupa Phyllis, que sepáis que ya hemos encontrado la solución a su problema.
PHYLLIS: Tengo miedo... (susurró, apretándole más fuerte de la mano a Rachel)

En aquel ático inundado de luz azul por el escudo orbitacional de Rachel; Linda y Pauley llegaron fluctuando, apareciendo en mitad del ático, frente a frente de los Halliwell y de los Limpiadores.

PHYLLIS: ¡Oh, no! (Gritó)
LINDA: ¿Es aquí la casa de los Halliwells, verdad? (se amoldó las morroñosas gafas y miró con dificultad a la gente) ¿Sí o no?
PAULEY: ¡¿PHYLLIS DÓNDE ESTÁS?! (Vio que había nueve Phyllis) ¿Qué pasa aquí? (Y se empezó a reír) ¡Por favor, no puede ser cierto, jajajaja! (A Los Limpiadores) ¿Vuestra todopoderosa magia no puede descifrar quién de todas esas es la verdadera Phyllis y un maldito chip sí? ¡Viva nuestra tecnología!
LIMPIADOR: Estamos negociando, humana.
LINDA: ¿Alice, querida Reina, dónde estás? ¿Quién eres de todas estas? (Volvió a entrecerrar sus ojos)

Pauley llevaba un pequeño botón en la palma de su mano, que cerrándolo con fuerza, accionó el chip que llevaba introducida Phyllis dentro de su cabeza para estar ubicada siempre vía satélite. La mujer comenzó a gritar de dolor

PHYLLIS: ¡¡AAAAAAAAAAAH!!
LIMPIADOR: ¡Localizada, tenemos que llevárnosla!

Los Limpiadores levantaron sus manos, pero en un descuido, en un despiste que no intuyeron, tanto ellos como Linda y Pauley salieron volando con violencia hacia la pared del salón, si bien es cierto que la trayectoria de Linda y Pauley hizo que cayeran por la ventana que minutos atrás había cerrado Melinda por el frío, por lo las dos mujeres de Red Swan se encontraban malheridas fuera de la Mansión, en la calle, tras la caída desde una altura considerable.

PAULEY: ¡Ah, me he roto el brazo!
LINDA: ¡Cuidado, no se lo toque o se lo estropeará aún más!
PAULEY: ¡MALDITA DEMONIO, LLÉVAME A ENFERMERÍA AHORA MISMO!

Y ambas fluctuaron.

LIMPIADOR: ¿Quién ha sido?

Preguntó mientras los dos Limpiadores se elevaban rápidamente en posición vertical, sin esfuerzo alguno, después de ser fuertemente empotrados contra la pared.

PRUE: ¡Ey, Prue Halliwell, encantada!

Todos aplaudieron, pues parecía que Prue no había desaparecido, al menos, no del todo.

LIMPIADOR: ¿Qué haces aquí? ¡¡Te hicimos desaparecer, tú exigiste desaparecer!!
PRUE: ¿Estás seguro?

El Limpiador accionó su poder y otra Prue apareció allí, la desaparecida. Ambas se acercaron y se chocaron los cinco, como si fueran amigas de toda la vida.

PRUE: Te presento a mi proyección astral
PRUE ASTRAL: ¿Veis cómo tiene todo solución, chicos? (Y entonces una luz rosada hizo que desapareciera y se introdujese en Prue)
PRUE: Ya estoy completa.

LIMPIADOR: ¿Qué... cómo...?

PRUE: Ahora mismo solucionáis todos los problemas o estaremos toda la vida exponiendo la magia. No hay más. No podéis ni debéis hacernos desaparecer.
LIMPIADOR: ¿Cuidaréis de la bruja perdida? Su magia puede llegar a ser devastadora...
PATTY: Ya hemos dicho que hemos encontrado la solución definitiva...

Los dos Limpiadores se miraron, movieron sus brazos y la casa y el mundo entero volvió a recordar a Prue, además de que Bobbie y Gloria se materializaron allí también.

RACHEL: ¡¡BOBBIEEEEEE!! (Dejó de funcionar el escudo orbitacional y se acercó hacia su novia)
BOBBIE: ¿Eres Rachel, verdad? (Preguntó al verla con la apariencia de Phyllis)
RACHEL: ¿Quién si no? (Y se besaron apasionadamente)

GLORIA: ¡Ay, mi Wyitto, qué asustada me tenías! (se acercó a él, muy amablemente, pese a que tenía la apariencia de Phyllis) ¡Esto no se hase! (y comenzó a enfadarse) ¡NO ME HA HECHO NADA DE GRASIA! ¡WYAAAAAAAAAAAAAAAAAT MATTHEW HALLIWELL, QUE SEA LA ÚLTIMA VES QUE ME HASES PASARLO TAN MAL, VOY A TENER PESADILLAS!
HENRY: ¿Cómo es que te reconoce? (Preguntó confundido)
WYATT: ¡Soy su creador! (Gloria le seguía recriminando)
CHRIS: ¡Jajajaja!
GLORIA: ¡NO ME HASE NADA DE GRASIA, PEQUEÑO CHRISTOPHER PERRY HALLIWELL!
WYATT: ¡Mujer, pero no te enfades!
GLORIA: ¡NO ESTOY ENFADADA, SOY DE COLOMBIA Y ESTOY LLORANDO DE LA FELICIDAD Y DE LA ALEGRÍA POR VOLVER A VEROS! ¿Pero dónde está mi Jay? ¡JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY!

Los Halliwells comenzaron a taparse los oídos, y Los Limpiadores entendieron todo.

WYATT: Gracias Gloria por haberme hecho pasar una adolescencia feliz... (se confesó mientras le abrazaba fuertemente)
ALICE: Uy uy uy... (agregó sonrojada)
GLORIA: ¡¿PERO Y MI JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAY?!

La ventana del ático que había sido rota por Pauley y Linda se resquebrajó aún más tras el grito de Gloria al mismo tiempo que Los Limpiadores la hicieron desaparecer.

LIMPIADOR: Todo está como antes estaba... Hemos eliminado cualquier evidencia de la magia. (El salón se reparó y los dos Limpiadores se volvieron a mirar). Creemos oportuno deciros, entonces, que os dejaremos actuar libremente cuando expongáis magia. Al igual que vuestras madres, tenéis potencial y pericia para solucionarlo por vosotros mismos. Buena suerte... porque la necesitaréis ante todo.

Y finalmente, para alegría y satisfacción de los Halliwells, esta amenaza desapareció.
ALICE: ¡Y bien, vamos a celebrarlo al P3, ¿no?!
MELINDA: ¿Por la mañana? ¡No chica, no!

PHYLLIS: Gracias... gracias... por todo (Dijo entrecortada)
PRUE: ¿Me permites abrazarte?

Ambas se abrazaron para desprecio de Alice, que no le gustó nada esa escena.

ALICE: ¡Ogh, cuánta ñoñería!

WYATT: Entonces ya es hora de volver a nuestros aspectos originales. ¿No?

La mayoría dijo al unisono “Claro” mientras el salón se llenó de órbitas blancas y todos volvían a sus apariencias.

RACHEL: Aún no hemos acabado todo, Prue.
PRUE: Ya sé lo que tengo que hacer...
RACHEL: ¿Cómo lo sabes?

Prue cogió el brazo de Phyllis y y clavó su mirada en El Libro de las Sombras. Como era de esperar, su abuela Penny le había ayudado desde El Cielo para abrirle El Libro de las Sombras en la página deseada... Y además, le había hecho aparecer el caldero donde haría la poción con los ingredientes al lado.

PRUE: Gracias, abuela.
RACHEL: ¿Pe... pero cómo lo sabes?
PRUE: Poder de las brujas aparece...
PHYLLIS: ¡No entiendo nada, ¿qué pasa aquí?! (Preguntó muy confusa y la casa comenzaba a temblar debido a su poder)
PATTY: ¡Rápido Prue!
PHYLLIS: ¡Me marcho, no quiero volver a haceros daño! (Huyó alterada)
HENRY: ¡Pero mujer, espérate!

Phyllis no hizo caso y se marchó, su poder seguía tan descontrolado como siempre y no quería hacer daño a toda una familia que le acababa de salvar de Los Limpiadores.

PRUE:
Los cielos sin ser vistos surca,
ven a nosotras que te llaman cerca,
ven a nosotras establécete aquí
(Cogió el ázame y se hizo una pequeña herida, dejando caer unas gotas de su sangre en el caldero)...
La sangre a la sangre, te invoco a ti,
la sangre a la sangre, vuelve a mi.

El caldero expulsó bastante humo y Melinda se acercó hacia su tía prestándole una toalla

MELINDA: Se ha marchado, Prue.
PRUE: Da igual, sé que ha hecho efecto. Y que volverá.
MELINDA: ¿Estás segura?
PRUE: ¿Cuándo no lo he estado? (Y terminó con una pregunta retórica que definía muy bien el carácter de Prue)
ALICE: Eso lo sabe cualquiera, Prue, guapa. Phyllis ahora no tiene dónde caerse muerta...
PHOEBE: ¡Qué poco tacto tienes!

Horas después, Melinda abrió el P3, y como todas las noches que abría, era la discoteca más exitosa de la ciudad. Allí, en un amplio sofá reservado para clientes vips y familiares, estaban todos los Halliwells disfrutando de la noche.

RACHEL: ¿Es la primera vez que nuestra amenaza es un ser neutral, no? Se agradece no ver tantos demonios...
ALICE: Tu ex jefa Karen te saluda. Parece una demonio, pero recordemos que es humana.
BOBBIE: Esa mujer ya pasará de vosotros, seguro.
HENRY: Realmente están olvidándose de nosotros; demonios incluidos ¡Y eso no es justo! ¡Yo quiero dar buenos puñetazos y ser participe de buenas batallas!
CHRIS: No pides tú mucho. Si luego eres el primero que orbitas lejos si tienes miedo...
ALICE: ¡Jajajajaja, cierto! ¿Y tú, qué, Phoebs, no deberías estar estudiando?
PHOEBE: Sí y no. ¿Por qué hacéis vida social por la noche? ¡No es justo! Podríais salir de fiesta de día y así por la noche estudio.
PATTY: Por el día tienes clases, hermana.
ALICE: Bueno... eso de clases... (carraspeó), entre una cosa y otra apenas te ven por la universidad...
PHOEBE: Siempre estoy ocupada ¡Qué se le va a hacer!
MELINDA: Sabéis... creo que habría sido buena idea quedarnos con Gloria...
TODOS: ¡NI DE COÑA!
MELINDA: ¡Seguro que sería buena niñera! No me hace gracia dejarle a Jared la niña cada vez que abro el P3...
CHRIS: Lo cierto es que con Gloria en casa, al menos a Wyatt le daríamos una alegría cada noche. ¡Jajaja!
WYATT: ¡Eh, soy el mayor de la casa, tenedme un respeto, por favor!
PRUE: El mayor... mayor...
MELINDA: ¿Crees que Phyllis querrá vivir con nosotros, Prue?
PRUE: No lo sé, si a Wyatt no le importa, claro...
WYATT: No tengo impedimento alguno, siempre y cuando esté por fin bien de la cabeza.
ALICE: ¿Entonces quedamos en que la loca oficial de la familia sigo siendo yo?
PATTY: ¡Por supuesto!
ALICE: No me gusta que me quiten protagonismo (agrego irónica)
MELINDA: Bueno, Prue, yo intentaré llevarme bien con tu hija, te lo aseguro. Aceptaré su perdón... pero no puedo olvidar todo lo que me hizo.
PRUE: Lo sé, lo sé. Tranquila, no pasa nada. (Y le dio una palmada en su pierna)
HENRY: ¡Ey (dijo susurrando) mirad quién viene por allí!

Una mujer de unos cuarenta años se acercaba hacia ellos. A diferencia del resto de la gente de la discoteca, no iba muy bien vestida, pues seguía con la misma ropa de la mañana; un triste y descolorido pijama. A la mujer no se la veía cómoda siendo el centro de atención de miradas y cuchicheos.

RACHEL: ¿Cómo ha podido entrar?
ALICE: Seguro que el portero se pensaría que es alguna madre buscando a su hija promiscua...

Phyllis llegó a su destino, y tras un silencio incómodo, les saludó.

PHYLLIS: Sólo quería pediros perdón... Esta mañana me asusté y me marché, no quería que la casa se cayese encima vuestro...
HENRY: No eres parte de nuestra familia hasta que no se te caen ladrillos encima.
PHYLLIS: Esto... (sonrió levemente)... gracias por todo. Llevaba muchos años sin tener la cabeza tan... (hubo otro silencio)... tan... asentada...
PATTY: Por fin eres una bruja encontrada. (Patty seguía segura en que ese término sonaba bien)
PHOEBE: Y dale, qué mal suena eso.
PRUE: Ven, siéntate.

Prue le dejó espacio y su hija se sentó al lado suyo. Prue se quitó el abrigo y se lo entregó a su hija, para que se tapase el pijama y pasase más desapercibida.

PRUE: Si nos dejáis hablar...
BOBBIE: ¡Ah, sí, sí, claro, claro!
PRUE: ...A solas...
CHRIS: Lo hemos captado.

Los sobrinos de Prue más Bobbie se levantaron del sofá, dejando todo el espacio libre para ella y su hija, si bien es cierto que sus sobrinos no se fueron muy lejos, pues querían estar al tanto de la conversación. De hecho, a Alice se le escuchó desde lejos una pequeña queja.

ALICE: ¿¡Pero cómo que se va a quedar a dormir en casa!? ¡Si ya no hay más dormitorios ni camas! ¡Que mis cereales ni los toque, son sólo míos!
PATTY: ¡Cállate, que no escucho lo que dicen!

PRUE: Bueno... Ahora estando fuera de Red Swan...
PHYLLIS: Sí, no tengo dónde caerme muerta, como dice Alice.
PRUE: Ella es así, tú tranquila, ya la entenderás...
PHYLLIS: ¿Podría...? Al menos hasta que se solucione el problema con Red Swan. Seguro que me están buscando.
PRUE: Eres bienvenida a nuestra casa. Te protegeremos, cueste lo que cueste.
PHYLLIS: Gracias... (y se abrazaron) ¿Cómo... cómo quieres que te llame?
PRUE: Resultaría embarazoso llamarme mamá cuando soy menor que tú... (se rio), es lo que te he dicho en otras ocasiones, trátame como una amiga. El resto el tiempo lo dirá.
PHYLLIS: Verás... creo que nunca me has dicho algo así.
PRUE: ¿No? (Preguntó confusa) Recordaría que sí...
PHYLLIS: Pauley se hizo pasar una vez por mi, me ha contado tu sobrina Phoebe.
PRUE: Vaya, valiente bruja. Es bueno saberlo, entonces.
PHYLLIS: Sí.
PRUE: Creo que a partir de mañana vamos a aprovechar todo el tiempo perdido. ¿Quieres irte de compras conmigo? Te debo treinta y ocho cumpleaños... También me gustaría que conocieras a mis hermanas, a tus tías.
PHYLLIS: Poco a poco, por favor. No es nada fácil todo esto para mi (se sinceró). Siendo sincera, lo que más me preocupa es el chip de Red Swan, seguro que me siguen teniendo vigilada.
PRUE: Rachel es una experta médica, seguro que te lo localizará y te lo extirpará.
PHYLLIS: ¡Lo tengo en la cabeza! Y si es igual que el dardo, la magia no me lo podrá quitar.
PRUE: Hazme caso de que no será doloroso. Rachel te sanará al instante.

Prue cogió dos copas de la mesa.

PRUE: ¿Brindamos?
PHYLLIS: ¿Por mi próxima operación en la cabeza? (Se rio, fue la primera vez en mucho tiempo que Phyllis se reía)
PRUE: ¡Por tu próxima operación!
PHYLLIS:Sólo una cosa más... ¿Cómo supiste que Los Limpiadores te iban a hacer desaparecer y por ello los engañaste con una proyección astral?
PRUE: Realmente me pasé escondida en el sótano toda la noche de ayer en trance para despertar mi proyección astral. Me lo avisó una nueva amiga que tengo...

Justo un día antes, de noche, a la misma hora, Prue se encontraba en el sótano, secando las fotos analógicas que como hobby tenía. Una figura de una mujer de tez morena y mediana edad se presentó frente a ella.

VIDENTE: Hola, Prue. Por fin te conozco.
PRUE: ¿Quién eres tú?
VIDENTE: Una futura enemiga, pero eso ahora no importa. Llevas muchos meses investigando cómo purificar el alma de Phyllis, y yo tengo la respuesta.
PRUE: ¿Cómo sabes eso? (Levantó el brazo pero no pasó nada)
VIDENTE: Digamos que mi jefa tuvo de empleada a tu hija, y no le gustó la traición.
PRUE: ¿Tu jefa? ¿Eres de las Rosas? ¡¿Te envía Nahia, verdad?!
VIDENTE: No me envía nadie. Pero sí, mi jefa es Nahia, aunque yo no lo desearía así... vengo a hacerle un favor tanto a ella como a ti. ¡Ah, y procura no lastimarte el brazo, soy inmune a tus poderes!
PRUE: ¡Voy a llamar a mis sobrinos, eh!
VIDENTE: No los vas a llamar, porque sabes, que aunque te moleste, ningún ser mágico te ha ayudado jamás con el tema de Phyllis. Y después de tanto tiempo... ¿a la única que se preocupa vas a dejar que tus sobrinos la ataquen?
PRUE: No me hace gracia entablar conversación con un demonio...
VIDENTE: Conozco tu historia con Cole... Fue un gran jefe, aunque duró poco.
PRUE: ¿Encima me ofrece ayuda una antigua empleada de ese despreciable? ¿¡Cómo quieres que te crea!?
VIDENTE: Porque tenemos enemigos en común. El fin del Imperio de Karen Andrews.
PRUE: Si consiguiera sacar de allí a Phyllis...
VIDENTE: Sólo podrás sacarla de allí si aceptas mis visiones (y alzó sus manos, poniendo las palmas hacia arriba) Y si de verdad te interesa la salud de Phyllis, si no ves la solución que te presto, pronto morirá a causa de sus poderes descontrolados...

Prue, a regañadientes, aceptó a la demonio, y se acercó hacia ella, poniendo sus palmas encima de las de La Vidente. Prue y la demonio cerraron los ojos, y pocos segundos después, Prue volvió en sí.

VIDENTE: ¿Y bien?
PRUE: ¿Funcionará?
VIDENTE: Claro. Mis premoniciones nunca fallan. Sólo almacena bien la información y confunde a Los Limpiadores.
PRUE: ¿Cómo podría confundirlos...? ¡Ah, ya sé!

Prue cerró los ojos, cayó desplomada al suelo y al lado de su cuerpo apareció su proyección astral.

PRUE ASTRAL: Gracias por todo (Con mucha delicadeza, Prue astral arrastró a su yo verdadera a un rincón del sótano, tapándola con mantas y cajas alborotadas que había alrededor)
VIDENTE: Comienza el juego.

Prue astral subió las escaleras que daban a la cocina mientras que La Vidente desaparecía. Al abrir la puerta hacia la cocina, se escuchó de lejos a Melinda preguntarle a Prue ”¿No te cansas de hacer tantas fotitos? ¡Te estamos esperando para cenar!”.
Escrito por LQSA_Recio


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