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3x04 HASTA QUE EL AMOR NOS UNA.

Lo había decidido, quería poner punto y final a su mala suerte con el amor. Había tomado una medida un tanto desesperada y antigua, se había apuntado a una agencia de citas por internet. Algo que se puso de moda cuando su madre tendría su misma edad.
Patricia se colocaba el pelo sobre los hombros y esperaba estar radiante. Se encontraba nerviosa, había puesto muchas expectativas en el proyecto.
El restaurante, al menos, era bonito. 5 chicas como ella estaban sentadas en unas pequeñas mesas circulares dispuestas por una estancia del restaurante. Eran citas rápidas. 7 minutos por persona. Cuando la coordinara tocase el timbre los hombres empezarían a rotar por las mesas y al final de la jornada, Patricia habría conocido a 5 apuestos hombres. O eso esperaba ella.
Suena el timbre.

PATRICIA: ¿Y en qué trabajas? (preguntó nerviosa)
Intentaba sonreír, aunque el hombre que tenía en frente le causaba cierta repulsión. Era bajito y con una nariz alagueña, algo que le resultaba horrible. Miro la etiqueta dónde estaba su nombre escrito.
WILL: Soy tanatopractor. (mientras daba buena cuenta de su bollo de pan. Sonrió enseñando unos dientes torcidos)
PATRICIA: Qué interesante. (Irónica. Lentamente dejando el tenedor en la mesa)

Suena el timbre.

PATRICIA: Así que eres latino (mientras se llevaba un bocado de su ensalada césar a la boca)
HERNESTO: Argentino. De hecho soy tres curtas partes argentino, una cuarta parte portugués y una quinta parte árabe. 
Patricia lo miró muy seria, le costaba entenderle cuando hablaba.

Suena el timbre.
Suena el timbre.

Era el último chico y aún tenía esperanzas. Apuesto, con barba, ojos verdes y un bonito nombre. Roberto.
Trabajaba como abogado para una importante compañía y era caballeroso. Estaba realmente contenta.
PATRICIA: … y entonces, lo destapó y no había nada (ambos rieron)
Le encantaba la manera en la que se le marcaban los hoyuelos cuando se reía, estaba casi segura que había encontrado a su hombre perfecto.
ROBERTO: ¡Vaya! No esperaba ese final para nada. (cómplice) 
Patricia se sonrojo.
ROBERTO: Estás colorada. (sonriendo)
Sonrió tímida y se llevó las manos a las mejillas. Tenía razón, estaba colorada, sentía cierto rubor en sus mejillas.
El rubor aumentó.
Roberto la miró preocupado.
Una camarera se acercó para tomar nota del postre.
CAMARERA: ¿Habéis decidido qué tomar de postre?
El corazón de Patricia comenzó a latir a toda velocidad.
ROBERTO: ¿Patricia, te encuentras bien?
De repente Patricia comenzó a brillar, una luz rosada salió disparada de su cuerpo e iluminó toda la estancia. Notó como si todo su cuerpo vibrase a la vez. Como si una parte de ella quisiera salir de su cuerpo.
Cerró los ojos debido al fogonazo de luz.
Al par de segundo los abrió, todo había acabado. Pero algo raro estaba pasando. Todos los presente se estaban besando. Todos. Todas las mesas de chicos y chicas, la organizadora se estaba besando con su ayudante y, Roberto, se estaba besando con la camarera.
Patricia no entendía nada de lo que estaba pasando y los demás parecían no querer saber nada del salvo la boca de su pareja.
Cogió el bolso lo más rápido que pudo y salió corriendo de allí.

MELINDA: No, ahí no. Un poco más a la derecha. ¡¡No!! 
Melinda intentaba darle indicaciones a Jared para que colocase un cuadro en el sitio indicado, pero no conseguía que su marido acertase con sus instrucciones.
MELINDA: ¡Baja! (molesta) es que tengo que hacerlo yo todo.
JARED: Es que debías haberlo hecho. ¡Debías haberlo puesto tú desde el principio!
MELINDA: Perdón por pedirle ayuda a mi marido. ¡Perdón! (sarcástica)
JARED: No me vengas con tus rollos moralistas, Melinda Halliwell.
MELINDA: Jared Bradford, no te atrevas a llamarme por mi nombre completo.
En ese momento Patricia irrumpía en la casa de los Halliwell.
PATRICIA: Dios mío (cerrando la puerta de un portazo)
MELINDA: ¿Qué ocurre?
PATRICIA: ¡Es el peor día de mi vida! (dijo entre lágrimas)
JARED: Parece que alguien ha desayunado algo de drama esta mañana (sonriendo divertido)
Patricia y Melinda le echaron una mirada inquisitaba y dejó de sonreír.
PATRICIA: ¡PHOEBE!
MELINDA: ¿Pero qué ha pasado?
JARED: Estás colorada.
PATRICIA: Necesito hablar con Phoebe. ¡Phoebe!
Unos pasos se oyeron por la escalera.
PHOEBE: ¿Qué pasa? (asustada)
PATRICIA: ¡Alerta negra!
PHOEBE: (con los ojos muy abiertos) ¡Iré a por el helado!
PATRICIA: No hay tiempo para helados, baja aquí.
Las dos hermanas se sentaron en el salón y, Melinda y Jared, permanecieron en el pasillo observándolas.
MELINDA: Buen comentario el de antes (le dijo sonriendo)
Jared le devolvió la sonrisa y le dio un tierno beso
MELINDA: Parece que sabes hacer algo, aparte de morirte. (dijo graciosa)
JARED: Es que siempre tienes que estropear nuestros momentos bonitos.
PATRICIA: Estaba en la cita que organizó la agencia de internet, como ya sabes, y de repente, he empezado a brillar.
PHOEBE: ¿Qué quieres decir? (torciendo la cabeza)
PATRICIA: He brillado, he comenzado a ponerme colorada y he brillado.
PHOEBE: ¿Pero cómo es posible?
PATRICIA: ¡No lo sé! He brillado y lo peor de todo es que todo el mundo que estaba cerca ha empezado a besarse. ¡Todo el mundo! Todo el mundo menos yo. Y Roberto, el chico más mono que jamás hayas podido imaginar se estaba dando el lote con la camarera. ¡Con la camarera! ¡Delante mía! Me quería morir.
PHOEBE: Oh, cariño, lo siento mucho (ambas se abrazaron)
PATRICIA: ¿Qué hago? ¿Debería llamarlo? Tengo su número aquí.
PHOEBE: Llámalo, seguramente no dará importancia a lo que ha pasado.
PATRICIA: ¿Seguro? Es que me dará vergüenza mirarle a la cara.
PHOEBE: Seguro. Además, no sabrá explicar lo que ha pasado y si tú no le das importancia, él, no se la dará.
MELINDA: ¡Un momento!
Las dos hermanas se callaron y miraron a su prima que había entrado en el salón.
MELINDA: ¿Es que no vais a darle importancia al hecho de que Patricia haya brillado?
JARED: ¿Pero qué manera de comunicaros tenéis?
MELINDA: ¡Patricia, has brillado!
PATRICIA: Lo sé Melinda, estaba allí. (dijo sarcástica)
JARED: Deberíamos investigar sobre el tema. Nunca había oído hablar sobre alguien que brille y que, de repente, todo el mundo empiece a besarse. Es una locura, es extrañísimo.
PATRICIA: Muchas gracias (al borde de las lágrimas)
PHOEBE: Jared, no nos ayudes.
MELINDA: Deberíamos contactar con Owen.
PHOEBE: De acuerdo, lo llamaré.
JARED: Yo iré a mirar en el libro de las sombras.
Owen orbitó en el salón de la mansión Halliwell. Jared y Melinda habían investigado en el libro de la sombras y no habían encontrado nada sobre el brillo que había causado Patricia.
PHOEBE: ¿Y bien?
OWEN: No saben nada. Hemos llegado a la conclusión de que es un nuevo poder adquirido.
PATRICIA: ¿Un nuevo poder? ¡Pero que clase de poder mierda es este!
Melinda reprimió una risita
PATRICIA: Es el fin de mi vida social. No puedo salir a la calle y comenzar a brillar. No quiero ser una lámpara humana. (comenzó a sollozar)
PHOEBE: Venga, Patricia, no te pongas así.
PATRICIA: Es que no necesito un nuevo poder. No necesito brillar. 
OWEN: Lo siento, pero es que no le damos otra explicación. Puede que sea por descendencia de tu padre. 
PATRICIA: De mi padre he heredado sus labios y no quiero nada más.
PHOEBE: Patry...
Patricia se encontraba incómoda, se levantó del sofá para estirar las piernas. De nuevo se sentía ruborizada, las mejillas le iban a estallar.
PATRICIA: Creo que está pasando otra vez.
Phoebe, Owen, Melinda y Jared se sobresaltaron. Phoebe agarró la mano a Owen.
PHOEBE: Tranquilízate, Patricia. Respira. Respira.
PATRICIA: ¡No puedo!
Esta vez lo notó con más claridad, tenía la sensación como de querer estornudar. Y hasta que no brilló, no cesó esa sensación.
Cuando abrió los ojos, sus prima Melinda estaba besándose con su marido. Y su hermana, hacía lo propio con Owen.
De repente, su hermana Phoebe y Owen orbitaron del salón.
PATRICIA: ¿¡Phoebe!?

Prue caminaba por una bulliciosa plaza cámara en mano, acababa de regresar de hacer un par de fotos de un parque cercano. Le encantaba pasear entre la gente, ver todo tipo de caras diferente, y a veces tomar algunas fotos.
???: ¿Prudence Halliwell?
PRUE: Creo que se confunde (dijo si ni siquiera volverse)
???: Prue.
PRUE: Lo siento señora (volviéndose) no soy quien usted cree que...
Era Patty Halliwell. Era su madre y estaba frente suya.


RACHEL: Y entonces, tú lo guardaste para que nadie lo viera.
Ella y su hermano Henry rieron a la vez. Sonrieron, se miraron y callaron.
RACHEL: Me alegra que al final decidieras salir a comer conmigo.
HENRY: Yo también (sonriendo)
RACHEL: Me alegra que estés mejor.
Su hermano había pasado por una mala racha. Toda la familia Halliwell llevaba una mala racha tras otra, y se había encerrado en si mismo. Tanto, que no parecía Henry. Pero por fin estaba empezando a ser el hermano que siempre había recordado.
HENRY: Creo que voy a pedirme la explosión de chocolate (con una sonrisa)
Rachel lo miro divertida.
???: ¿Rachel y Henry Mitchell?
RACHEL: Sí (mientras ojeaba la carta de postres)
Henry tragó saliva y se quedó mirando muy serio a la persona que había preguntado por ellos.
Rachel dejó la carta sobre la mesa y la miro.
Henllen estaba frente a ellos.

PRUE: Mamá... (se le notaba emocionada)
PATTY: Tranquila, Prudece. No soy tu madre. Según mis conocimientos este rostro es el que mejor procesas.
Prue retrocedió y levantó el brazo. Estaba dispuesta a usar su telekinesis para lanzar volando al ser que tenía delante de sí. Pero estaba en mitad de una abarrotada plaza.
PRUE: Pues cámbialo. No tienes derecho. 
La atmósfera se enrareció y Prue notó como la piel se le ponía de gallina. Notaba como la gente a su alrededor cambiaba, pequeños matices y luego volvían a la normalidad.
PRUE: ¿Qué está pasando? ¡Para!
De repente, su madre (o la figura de ella) no estaba delante suya. Ahora había una pequeña mujer, algo gordita con rasgos hindúes.
PRUE: ¿Quién o qué eres? (a la defensiva) 
???: Necesito tu ayuda, Prudence.
PRUE: No soy una hermanita de la caridad, indentifícate. 
???: Mi nombre es Parvati. Soy una diosa.
PRUE: … un día normal en la familia Halliwell.

HENRY: ¡¡¡Hellen!!! (levantándose de un salto y abrazándola) 
Rachel tragó saliva tranquilamente y se levantó del asiento.
???: No... no soy quien creés que soy.
RACHEL: Lo sé. Lo sabemos. Pero... es necesario.
???: Mis conocimientos me han dicho que es el rostro que mejor procesáis. Muy parecido al tuyo (mirando a Rachel)
RACHEL: ¿Quién eres?
???: Lo siento. Creo que no ha sido buena idea representarme así. (separándose de Henry)
Los dos hermanos se quedaron mirando a la presencia que parecía su hermana Hellen, pero que sin duda no lo era.
El tiempo jugó con ellos, de nuevo estaban sentado a la mesa.
HENRY: Creo que voy a pedirme la explosión de chocolate (con una sonrisa)
Rachel lo miro divertida.
???: ¿Rachel y Henry Mitchell?
RACHEL: Sí (mientras ojeaba la carta de postres)
Un hombre alto, de tez morena y con pelo negro les estaba mirando. Tenía rasgos hindués.
???: Me llamo shiva y necesito vuestra ayuda.
RACHEL: ¿Perdona?
SHIVA: Soy un Dios.
MELINDA: ¿Pero donde fueron?
PATRICIA: Ni idea, orbitaron sin más. Y Phoebe no contesta a su móvil y Owen no contesta a mis llamadas.
JARED: Pero déjales, querrán estar solos. (dándole un besito en la mejilla a Melinda)
Melinda y Jared estaban haciéndose arrumacos en el sofá, muy acaramelados mientras Patricia se paseaba histérica de un lado para otro. 
MELINDA: Pero ya aparecerán, tranquila.
PATRICIA: ¿Aún os dura el efecto?
MELINDA: ¿De qué?
PATRICIA: Pues que he brillado y no os habéis separado desde entonces.
JARED: Pero si estamos normal, exagerada.
PATRICIA: Melinda lleva como 40 minutos sin gritar. No está normal.
La puerta de la casa volvió a abrirse y entró Prue con una chica bajita de piel morena.
PRUE: ¡No os vais a creer lo que me ha pasado!
MELINDA: Sorpréndenos (mientras le acariciaba la mano a Jared)
PRUE: Esta es Parvati y ha venido a pedirnos ayuda. Dice que acudió a mí porque yo me había movido ya entre universos. Es una diosa.
JARED: Yo tengo una diosa justo aquí (besando a Melinda)
PRUE: ¿Y estos?
PATRICIA: Brillo y hago que la gente se quiera muchísimo. Soy una linterna del amor.
Parvati se adelanto y se acercó a ella. La miró con los ojos muy abiertos, levantó su mano y le acaricio el pelo.
PARVATI: Hermosa.
Patricia se ruborizó.
PATRICIA: ¿Quién dices que es?
PARVATI: Soy una diosa hindú. Mi poder se maneja entre realidades. Y he llegado a esta realidad para pediros ayuda. Me persigue alguien. 
PATRICIA: ¿Quién?
PARVATI: Mi marido.
Jared y Melinda comenzaron a reírse.
PATRICIA: ¿Y cómo se supone que vamos a protegerla de su marido?
PRUE: Por eso la he traído a casa para investigar en el libro de las sombras. Son dioses hindúes, Patry. 
En ese momento volvió a cerrarse la puerta de los Halliwell. Eran Henry, Rachel y Shiva.
HENRY: ¡No os vais a creer lo que nos ha pasado!
Entraron en el salón y en ese preciso instante Shiva y Partvait se vieron.
SHIVA: ¡Tú!
Parvati apartó a Patricia y Prue y de sus manos lanzó un increíble y potente rayo que retumbó en toda la casa.
Shiva hizo lo propio con Henry y Rachel, y desapareció. Apareciéndose unos centímetros adelante.
Antes de que el rayo impactase con la estructura de la casa se convirtió en un torrente de agua que impactó con la pared y tiró algunos cuadros.
Con el estruendo formando Melinda se espabiló y se levantó rápidamente.
Shiva creó una pequeña bola de energía oscura en su mano y desapareció en el aire. Para volver a aparecerse a la derecha de Parvati. Le lanzó la bola oscura, pero antes de que impactara ella levantó las manos y la bola comenzó a expandirse creando unas bonitas brumas. Finalmente la bruma se convirtió en una paloma que comenzó a volar por la estancia. Shiva hizo que a la paloma la crecieran unas grandes patas y que sus alas se expandieran tanto que chocasen contra las paredes del salón.
Los Halliwell estaban asustado en una esquina, contemplando el juego de dioses.
Parvati contrajo a la paloma y la convirtió en un soplo de viento que hizo que Shiva se golpease con una pared. Pero dejó de estar allí y se planto justo en frente de ella. Alzó la mano y tocó el brazo de Parvati y un chispazo tremendo la lanzó volando contra un mueble de cristal.
En ese momento Melinda tomó cartas en el asunto.
MELINDA: Suficiente de destrozar la casa.
Pero Shiva no la escuchó, estaba obsesionado con enfrentarse a Parvati. Creo una pequeña llama en la punta de su dedo corazón y fue incrementando hasta convertirse en una bola del tamaño de un balón de fútbol que lanzó contra Parvati. Pero Melinda estaba en medio.
Jared corrió y apartó a su esposa de un empujón, recibiendo la bola de fuego en su lugar. 
La bola de fuego impacto en su pecho. Y acto seguido comenzó a devorar su piel, sus músculos, sus entrañas. Causándole un gran agujero en el pecho. El cuerpo sin vida cayó al suelo.
MELINDA: ¡JARED!
Todos se quedaron enmundecidos. Melinda estaba al borde de las lágrimas. Parvati se adelantó y le puso una mano en el hombre, al principio Melinda intentó apartarse, pero al final se dejó tocar.
PARVATI: No pasa nada. No está muerto.
MELINDA: Sí, sí que está muerto. Pero puede volver a la vida. (agachándose)
PARVATI: Cariño, arréglalo. (a Shiva)
SHIVA: Lo siento mucho (mirando a Melinda)
MELINDA: ¡No! No hagas nada, puede regresar. No quiero que hagas nada.
Pero la estancia comenzó a repararse sola, el salón estaba como si nada hubiera pasado.

Jared despertó en el sofá del salón desonrientado.
MELINDA: Hola (sonriéndole)
JARED: ¿Qué ha pasado? (rascándose en el pecho) Mi camisa tiene un agujero.
MELINDA: Me salvaste la vida.
JARED: Mi especialidad (sonriendo) ¿Qué está pasando con ellos?
Shiva estaba hablando con Rachel y Henry, y Parvati con Patricia y Prue.
MELINDA: Shiva y Parvati son amantes épicos. Marido y mujer. Que con el sólo contacto de sus cuerpos pueden hacer que el mundo se destruya. 
Dioses de la destrucción y de la creación. Él del tiempo y ella del espacio.
JARED: ¿Y qué hacen aquí?
MELINDA: Complicándonos la vida. Será mejor que ellos lo vuelvan a explicar.
Cada mil años, Parvati y Shiva deben encontrarse. Cada mil años el futuro del tiempo y el espacio se decide en un único coito. Ahí se decide si el mundo sigue como lo conocemos a cambia.
Hace mil años conseguimos realizarlo gracias a la ayuda de un sabio chamán en el Teide.
Hace dos mil años lo conseguimos con la mismísima ayuda del diablo. Hace tres mil años con la ayuda de una tribu que ya ni existe... Así desde el principio de los tiempos.
Pero en este milenio pasa algo, algo ha cambiado. Normalmente no podemos estar juntos hasta que se va acercando la fecha, nos repelemos, pero la fecha se ha acercado y no podemos estar en la misma habitación sin acabar lanzándonos rayos. 

PRUE: A ver si lo he entendido, ¿queréis que os ayudemos a hacer... (soriendo) el amor?
RACHEL: Pero no podéis estar cerca sin intentar acabar el uno con el otro.
PARVATI: En efecto.
MELINDA: ¿Pero qué queréis que hagamos? (preguntó retórica). Sois dioses y queréis que nosotros, simples mortales, brujos, os ayudemos a qué.
SHIVA: A completar el ritual.
PATRICIA: Pero no entiendo lo que podemos hacer nosotros.
PRUE: ¿Que hay de diferente esta vez?
PARVATI: ¿Qué quieres decir?
PRUE: ¿Qué habéis hecho diferente esta vez que impide que os acerquéis, que tengáis ese contacto?
SHIVA: No hay nada diferente.
PATRICIA: ¿Entonces?
PARVATI: Vosotras las brujas tenéis el poder de ver cosas que a los demás se escapan. Y os hemos elegido para que nos ayudéis en ese proceso. Ayudadnos.
JARED: ¿Por qué, entonces, no viajáis en el tiempo a otra época de este milenio? ¿Por qué no cambiáis la realidad a ver si las cosas son diferentes?
SHIVA: El tiempo no funciona así. Hay cosas que siempre permanecerán igual. Yo puedo moverme entre el tejido del tiempo, pero lo que está destinado a pasar pasará. 
JARED: Eso no me dice nada.
MELINDA: ¿Podéis disculpanos un momento?
PRUE: ¡Cada uno en la punta de la habitación! (los miró inquisitiva)
MELINDA: ¿Qué hacemos? (les preguntó a todos)
PATRICIA: yo no entiendo lo que quieren que hagamos. No lo comprendo, no le veo sentido.
PRUE: A ver son un marido una mujer que tienen que tener sexo una vez cada mil años porque si no el mundo implosiona y nos vamos todos a la mierda. Y esta vez no puede tenerlo por alguna extraña razón.
JARED: Lo has dejado bastante claro.
PRUE: (sonriendo) Gracias.
MELINDA: ¿Qué hacemos? ¿Qué podemos hacer?
JARED: Somos consejeros matrimoniales.
HENRY: Deberíamos mirar en el libro de las sombras. 
RACHEL: Tiene que haber algún conjuro de amarre o algo por el estilo.
MELINDA: De acuerdo. Mirad en el libro. Nosotros intentaremos tantearlos.
JARED: A mí me sigue pareciendo extraño.
De repente una nueva lucha estalló y todos corrieron hasta el salón.
Parvati y Shiva habían comenzando a pelear, unas nubes oscuras envolvieron el salón.
MELINDA: Me niego a que me inunden el salón.
Melinda corrió hasta ponerse en medio y las nubes se despejaron.
Todos se quedaron sorprendidos, a pesar de ser dioses no querían causar ninguna baja innecesaria.
Rachel y Henry subieron a por el libros de las Sombras, mientras el resto de los primos se quedaron abajo en el salón separando a marido y mujer.
SHIVA: Quiero que presencies algo (acercándose)
MELINDA: Quieto ahí o intento volarte en mil pedazos.
SHIVA: No creo que pudieras.
MELINDA: Pruébame.
PARVATI: Queremos que veáis algo.
En ese momento Rachel y Henry bajaban por las escaleras.
RACHEL: Creo que podemos probar un hechizo de amarre. Creo que si estamos todos podría funcionar... 
De repente sus primos desaparecieron del salón, incluidos los dioses hindues.

Era de noche, el cielo era de color morado y las estrellas brillaban más que ninguno de los Halliwell había visto jamás. 
Un pequeña hoguera iluminaba un claro desierto de árboles, sólo con un par de arbustos.
De unas cabañas de tela salieron unas formas humanoides. Se podrían considerar humanos, pero más atrasados en la cadena evolutiva.
Vestían pieles de color beige, marrones y algunas incluso rojas. Con un basto cráneo ovalado y una cabellera salvaje. Muchos decoraban sus orejas y sus narices con grandes huesos.
MELINDA: ¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?
Por fin se atrevió a romper el silencio.
SHIVA: Observad.
JARED: ¿Pero dónde estamos?
PRUE: ¿Quién es esta gente?
PATRICIA: A mí llevadme a mi casa
PARVATI: Tranquilos, no pueden vernos. Hemos viajado en el tiempo y el espacio. Estamos aquí pero no lo estamos.
JARED: ¿Eso que significa?
PARVATI: Significa que...
SHIVA: ¡Silencio! (la interrumpió)
De repente el más anciano de los allí presente salió a la tribu. Llevaba unas pieles mucho más elegantes y bonitas que los demás y comenzó a hablar una arcaica lengua frente al fuego. De sus manos salia un polvo de diferente colores que caía en la hoguera y la hacía bailar de manera graciosa.
El anciano llamó con las manos a dos jóvenes adultos que estaban cerca de la hoguera. Uno de ellos parecía un hombre y otro una mujer, pero la diferencias sexuales en esta antigua sociedad eran muy pocas. Las dos personas señaladas se acercaron a la hoguera, el anciano comenzó a bailar y a recitar palabras frente a ellos. Y todos lo hicieron. Sólo estas dos personas señaladas se quedaron tranquilos mirándose. Poco a poco se acercaron, mientras todos los demás seguían bailando y gritando alrededor del fuego. Se besaron apasionadamente. Comenzaron a quitarse la ropa a tirones, se tumbaron en la tierra.
PATRICIA: ¡Suficiente!

La escena cambió, de repente, se encontraban en un gran mercado antiguo. Había grandes animales que caminaban de allá para acá, gente que vestía humildes túnicas blancas y harapientas sandalias.
Hablaban una lengua extraña, pero esta sonaba más civilizada que la anterior.
Un hombre vestido de negro estaba sentando en mitad del mercado sobre una piedra. Moreno de piel, con una espesa barba negra.
Una chica corría asustada de alguien que la perseguía. Las piedras caían detrás de ella y delante, por suerte podía esquivarlas. 
Corrió hacia el hombre de la túnica negra y se tiró de rodillas ante él. Le rogó algo en una lengua que ninguno entendía y el hombre en negro se levantó. Se enfrentó al otro hombre con la mirada y cogió a la mujer del brazo. La levantó del suelo y le limpió la cara. Poco a poco se fue acercando al otro hombre con la mujer agarrada del brazo, el otro hombre miraba impasible aún con piedras en las manos.
El hombre de negro lo alcanzó, tiró las piedras de sus manos y le cedió la mano de la mujer.

Unos pasillos aparecieron ante ellos, ya no estaba en mitad del mercado. Unos pasillos altos y largos, decorados con una basta selección de piezas de arte.
Una mujer se sujetaba los volantes de su voluminoso vestido para no pisárselo.
MUJER: No podemos seguir viéndonos de esta manera.
Parecía que hablaba sola, pero alguien estaba ocultado entre las sobras. Lo estaba tan bien, que apenas se notaba su presencia.
HOMBRE: Pero yo te quiero a ti, a nadie más. 
MUJER: Pero no debemos, no... ¡no podemos!
HOMBRE: Sí que podemos, si queremos, podemos.
MUJER: Una señora no puede relacionarse con un criado. Y menos con un simple sirviente.
HOMBRE: … (suspiro)

De nuevo la estancia cambió.
RACHEL: Creo que podemos probar un hechizo de amarre. Creo que si estamos todos podría funcionar... (mirando a sus primos) ¿qué ha pasado?
PATRICIA: ¿Qué quieres decir?
RACHEL: Estabais aquí y ahora estáis un poco más allá.
PARVATI:¿Qué dices de hechizo de amarrre?
MELINDA: ¡Hemos viajado en el tiempo!
Henry miró sorprendido a sus primos
PRUE: Entonces, si lo he entendido, ¿Os hemos visto durante todos estos años?
Shiva asintió.
JARED: Pero es muy complejo, es difícil de hacer.
PRUE: Es magia se nos escapa a nosotros... ¡y sólo ha sido una minúscula parte!
De repente unas órbitas aparecieron en el salón iluminando la estancia. Phoebe y Owen hicieron acto de presencia. Todos miraron espectantes.
PHOEBE: ¡Nos casamos en Las Vegas!
El salón entero enmudeció.
MELINDA: ¿¡Qué!?
PATRICIA: (emocionada) ¡Tía, que fuerte!
RACHEL: ¿Por qué?
HENRY: (a Owen) enhorabuena, tío.
MELINDA: Pero, pero... ¡no hemos planeado la boda!
PATRICIA: ¡Que te has casado antes que yo!
PRUE: ¿Ha sido por tus poderes? (a praticia)
JARED: Es presumible.
PATRICIA: Oh, dios, he hecho que te casaras.
PHOEBE: Pero está bien (sonriendo)
OWEN: Está muy bien (dándole un beso en los labios)
PRUE: ¿Aún te dura el efecto de los poderes?
PHOEBE: Yo no noto nada, ¿y tú?
OWEN: Sólo noto que te quiero con toda mi alma.
MELINDA: O el efecto es muy duradero o son la pareja más pastelosa que he visto en mi vida.
PATRICIA: Te has casado...
HENRY: ¿Lo habéis hecho al estilo Marylyn y Elvis?
PHOEBE: No somos tan horteras.
MELINDA: Casarse en Las Vegas es muy hortera.
PHOEBE: ¿Quienes son? (mirando a Shiva y Partvati)
PRUE: Larga historia.
RACHEL: Pero primero vamos a hacer un hechizo. Preguntas luego.
PRUE: ¿Seremos suficientes?
RACHEL: Creo que sí.
PATRICIA: A todo esto, ¿dónde están Chris y Wyatt? ¿Y Dag? 
MELINDA: Los convencí para que llevaran a Bianca al parque.
PRUE: No me lo puedo creer, ¿cómo lo hiciste?
HENRY: Tuvo que ser un embrujo (divertido)
JARED: Mi Melinda es muy persuasiva.
RACHEL: Chicos... los dioses, el hechizo. ¡Venga!

Dibujaron un círculo en mitad del salón, utilizando sólo una tiza. Amarraron ramas de salvia y laurel y las colocaron formando un cuadrado. Con un poco de polvo morado, dibujaron dentro del círculo y del cuadrado un rombo. 
RACHEL: Tenéis que colocaos dentro.
Shiva y Parvati se miraron desconfiados. Se colaron dentro del círculo-cuadrado-rombo y sin darse cuenta sus manos se rozaron. Un increíble rayo eléctrico coloreó la estancia de color azul metalizado.
De nuevo comenzó su encarnizada lucha, esta vez Parvati modificó su realidad más cercana y a su lado apareció un enorme equino de rayas rojas y negras, con un enorme cuerno retorcido en la frente. El caballo relinchó y corrió hasta Shiva, este, alzó la mano y apuntó a la criatura que más rápido que un pestañeo envejeció y cayó al suelo muerta.
De nuevo Parvati tomó partido e hizo que un montón de muros aparecieran frente a shiva, y consecutivamente comenzaron a caer sobre él. Los esquivaba de forma elegante, apareciendo y desapareciendo en milésimas de segundos. Los muros caían sobre el suelo de la habitación y los escombros desaparecían.
MELINDA: ¡Ya está bien! (gritando) Alzó sus manos y paralizó al estancia.
Los dos dioses la miraron serios.
PRUE: Calmaos por un momento
MELINDA: Venga, en el círculo (enfadada)
HENRY: ¿Pero cómo lo hacemos?
PHOEBE: Melinda, creo que será mejor que descongeles a Owen.
Melinda alzó las manos y las cosas volvieron a la normalidad.
Los grandes muros cayeron al suelo, pero desparecieron como su predecesores.
OWEN: será mejor que vaya a preguntar arriba.
PHOEBE: Justo lo que yo he dicho. (besándose)
MELINDA: Vaya por dios, qué empalagosos.
PATRICIA: ¡Habló!
RACHEL: Que nos desviamos del tema...
Owen orbitó no sin despedirse antes de su recién estrenada mujer.
RACHEL: Debemos dividirnos.
HENRY: ¿Cuántos somos?
PRUE: 7.
RACHEL: Perfecto. 
Según las instrucciones de Rachel deberían colocarse alrededor del círculo-cuadrado-rombo formando una estrella de siete puntas.
No hay nada más poderoso en la brujería que el siete. Aunque Prue no estuvo de acuerdo y comentó que el 3 era aún más poderoso.
RACHEL: Debemos repetir esto todos juntos.
Rachel, Henry, Patricia, Phoebe, Prue, Melinda y Jared.
RACHEL: Estended los brazos.
Los Halliwell abrieron los brazos tanto como pudieron, las puntas de sus dedos rozaban con la punta del dedo de uno de sus primos.
RACHEL: ¿Listos?
Todos asintieron. Shiva y Parvati seguían dentro del círculo-cuadrado-rombo mirándose desconfiados.
RACHEL: Repetid conmigo: 
>>Mientras hayan unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
haz real este amarre para dos almas perdidas.

Todos los brujos y brujas repitieron el hechizo. 
RACHEL: Seguid repitiéndolo.
Notaban como una fuerza gravitacional tiraba de ellos hasta el centro el círculo-cuadrado-rombo.
MELINDA: ¡Los brazos están tirando demasiado! (gritando)
HENRY: ¿Qué ocurre Rachel?
RACHEL: ¡No lo sé!
PRUE: Algo va mal.
PATRICIA: ¡Se me va dislocar el hombro!
PHOEBE: Patricia, estás muy colorada
JARED: Ahora no, Patty.
HENRY: ¿Qué le pasa?
MELINDA: Se va a poner a brillar.
RACHEL: Aguantad un poco más!
Los dioses, Shiva y Parvati, los miraban imperativos sin prestar realmente atención. El hechizo no estaba funcionando. De repente la casa comenzó a crujir.
PRUE: Algo va mal. ¡Deberíamos parar!
MELINDA: ¡No puedo bajar el brazo!
RACHEL: Hemos canalizado demasiada energía.
Comenzó a escucharse un sonido extraño, una especie de ruido, energía viva.
RACHEL: Acercaos, ¡venga! (a los dioeses)
Sin previo aviso Chris apareció en escena y corrió hacía el círculo-cuadrado-rombo, se impulsó y se llevó por delante a Henry que era el primo que tenía más cercano físicamente.
La energía cesó y los primos cayeron al suelo.
CHRIS: ¿Pero qué cojones?

Dag bajaba de acostar a Bianca en su cuna mientras los Halliwell trazaban un nuevo plan. 
Shiva y Parvati estaba expectantes buscando un resultado.
DAG: Hola. 
Shiva y Parvati se limitaron a mirarle y sonreirle.
CHRIS: A ver si lo he entendido: ¿son dioses del espacio y el tiempo y han acudido a nosotros para que le ayudemos a follar?
Todos asintieron.
PATRICIA: A hacer el amor, burro.
CHRIS: Pero es una inmensa tontería, ¿habéis probado a cogerles de la mano?
PRUE: ¿Qué quieres decir?
CHRIS: Cogerles de la mano y juntarle. No es tan difícil.
MELINDA: Pero no lo entiendes.
PATRICIA: Los vimos hace tiempo, hace varios años. Tiene que ser épico, como los amores épicos.
CHRIS: Tonterías ( se levantó del asiento) Si es que tengo que venir yo para hacer las cosas.
Se acercó a Shiva y Parvati y los cogió de la mano.
CHRIS: Con permiso.
Chris juntó ambas manos y un vórtice espacio tiempo se abrió delante de ellos, las separó rápidamente.
Chris volvió junto a los otros Halliwell.
MELINDA: No es tan fácil.
HENRY: Vaya tontería (comentó)
PRUE: Vimos como en la antigüedad necesitaron la ayuda de un chamán.
JARED: Y yo creo que el hombre de negro era el mismísimo diablo.
Chris, Henry, Phoebe y Rachel miraban sin entender.
PATRICIA: Viajamos en el tiempo y el espacio.
CHRIS: ¿Habéis buscado a estos dioses en el libro?
Preguntó de repente. Nadie respondió.
CHRIS: Si es que tengo que ser yo la cabeza pensante.
JARED: ¿No lo habéis hecho? (preguntando a Henry y Rachel)
RACHEL: No hemos caído.
PRUE: Qué tontos hemos sido (cogiendo el libro entre sus manos)
HENRY: Nos centramos en buscar un hechizo para que estuvieran juntos
MELINDA: ¿Y si probamos un filtro de amor?
PHOEBE: ¿Crees que funcionará?
MELINDA: Sinceramente, no.
JARED: De todos modos probémoslo.
RACHEL: Chicos. No vienen.
PATRICIA: ¿A qué te refieres?
RACHEL: No vienen en el libro de las sombras.
Silencio.
PRUE: No puede ser.
RACHEL: Míralo tú misma (cediéndole el libro)
HENRY: ¿Quienes son? (retórico)
CHRIS: ¿Qué opinan los ancianos de esto?
Nadie contestó.
HENRY: Aún no ha vuelto Owen.
Phoebe hizo una mueca extraña con la boca.
PHOEBE: Debería haber vuelto ya. ¿Cuánto hace que se fue?
JARED: Creo que será mejor que nos pongamos manos a la obra con la poción.

Melinda estaba enfrascada en la poción mientras Jared, Chris y Prue la asistián. 
Henry y Rachel aguardaban con Parvati. Habían insistido en mantenerla apartada de Shiva, y Patricia y Phobe hacían lo propio con Shiva.
CHRIS: Pero, ¿qué visteis?
PRUE: Ya lo hemos dicho. Ya lo hemos hablado. Ellos en diferentes momento de la historia, de alguna manera u otra acababan juntos. Mediante sortilegios y ayudas.
CHRIS: ¿No había nada que os llamara la atención?
JARED: Aparte de que en la mitad de las ocasiones hablaban otro idioma y no entendimos nada.
MELINDA: Pásame el sándalo. (a Jared)
Melinda echó la especia en la poción y salió un humo de color naranja.

HENRY: ¿Qué crees que deberíamos hacer?
RACHEL: No tengo ni idea, no sé que pensar.
HENRY: Por cierto, ¿dónde está Bobbie? No sé por qué no he preguntado antes, perdona.
RACHEL: Tranquilo, está de viaje a ido a casa de su tía en otro estado.
HENRY: Me alegra ver que al menos alguien de nosotros está bien (sonriendo)
Rachel le cogió la mano y apoyó la cabeza en su hombro.
RACHEL: ¿Sigues pensando en ella?
HENRY: Todos los días. Pienso en ella y también en Hellen.
RACHEL: Yo también pienso en Hellen. Además... (se calló)
HENRY: ¿Además qué?
RACHEL: Además no dejo de pensar... que soy mayor que ella. Nacimos con diferencia de horas, pero no eso. No dejo de pensar que siempre hemos tenido la misma edad y ahora ella está muerta y yo sigo cumpliendo años. Y por primera vez soy mayor que ella.
HENRY: Pero ella no está...
No habían percatado la presencia de Parvati hasta ese momento. Que los miraba pensativa y con una sonrisa en los labios.

PATRICIA: Lo siento.
PHOEBE: ¿Por qué?
PATRICIA: He hecho que te cases
PHOEBE: No me has obligado a casarme (dijo con una sonrisa) Para casarse necesitas dos personas.
PATRICIA: Pero ha sido por mi culpa. Brillé e hice que tú y Owen os pusieráis rollo romántico. Y mira.
PHOEBE: Bueno, eso fue un incentivo pero yo no lo veo como algo malo.
PATRICIA: No creo que pueda hacer vida normal.
PHOEBE: Menuda dramas estás hecha (entre risa).
SHIVA: No he podido evitar escucharos.
Las hermanas se percataron de la presencia del dios del tiempo.
PHOEBE: No me había dado cuenta de que estabas ahí (sobresaltada).
PATRICIA: Sí, se han casado.
PHOEBE: No he vestido de blanco... 
PATRICIA: Podemos repetir una ceremonia en casa, ¿qué te parece? Seguro que Melinda se muere por organizarla.
SHIVA: Yo creo que es romántico.
Ambas se volvieron para mirarlo
PATRICIA: ¿Tú crees?
SHIVA: Qué más romántico que dos personas confirmando su amor en la intimidad.
Patricia y Phoebe callaron y meditaron las palabras de Shiva.
PATRICIA: ¿Eres bastante romántico?

Melinda ya tenía la poción preparada y venía de la cocina con un frasco.
MELINDA: Bueno, esto puede funcionar o no.
Todos estaban expectantes. Parvati estaba callada en un rincón de la habitación y Shiva estaba teniendo una animada conversación con Patricia.

SHIVA: Así que ahora mismo no estás viendo a nadie (sonriendo).
PATRICIA: No... llevo una racha bastante mala (sonriendo).
SHIVA: Vaya, pues no entiendo por qué. Eres muy bonita.
Patricia se sonrojó, hacía bastante que no la llamaban bonita. 
PATRICIA: Vaya gracias...
SHIVA: Me gusta el hoyuelo que se te forma aquí cuando sonríes (tocándole la mejilla derecha)
Patricia volvió a ponerse colorada.
PATRICIA: Oh no.
Todos se giraron.
MELINDA: ¡Va a brillar!
Rachel y Henry se escondieron detrás de una columna en el salón. Justo en ese momento Dag bajaba por las escaleras.
DAG: Melinda, creo que Bianca quiere comer algo.
Patricia sintió cierto cosquilleo, de nuevo lo comparó con estornudar, hasta que no brilló el cosquilleo no pasó. La luz salió a borbotones de ella, primero de color blanco y luego rosa.
En ese mismo instante, Melinda y Jared comenzaron a besarse, Chris sintió una inmensa atracción que casi lo empujó hacia Jared, y Phoebe y Prue, bueno, tuvieron suerte porque sus frentes chocaron.
Shiva y Parvati corrieron a encontrarse en mitad de la luz. Sus manos se acercaron, se rozaron y se sintieron. Podían tocarse, podían estar cerca. Sus labios se juntaron y el tiempo pareció pararse.
De repente, ya no estaban allí y todo había acabado.

PRUE: Así que nos usaron (poniéndose un paño con hielo en la frente).
MELINDA: Algo chirriaba en su historia.
CHRIS: Pero miradlo por el lado bueno, nos usaron para poder estar juntos. Por una vez no usamos nuestros poderes para derrotar. Para acabar con demonios. Fuego, sangre y destrucción, lo que acompaña a esta familia.
PRUE: Pero si lo que querían era el poder de Patricia, ¿por qué no lo dijeron desde el primer momento?
MELINDA: Debía ser algo épico. Quizás por eso todo ese rollo de no podemos estar en la misma habitación sin pelearnos.
CHRIS: Pero han estado en la misma habitación.
PRUE: Desde luego.
CHRIS: Además, lo que hacían era una simple demostración de lo que son capaces de hacer. No hicieron nada. No hirieron a nadie.
MELINDA: Hirieron a Jared, de hecho, lo mataron.
CHRIS: Jared nunca muere.
Silencio.
PRUE: Además, ahora recuerdo que en una de las visiones ellos estaban hablando sin pelearse, me pregunto qué hicieron en esa época para estar juntos.
MELINDA: Por cierto, ¿dónde está Wyatt? ( a Crhis)
CHRIS: Ni idea, no lo he visto en todo el día.
PRUE: Y la chica esta, ¿Elanor?
MELINDA: ¿Dónde está Elanor?

Tenían las sábanas enrolladas en las piernas, estaban tan unido que parecían un solo cuerpo. La cabeza de Elanor estaba posada sobre el pecho de Wyatt. 
WYATT: Será nuestro secreto.
Elanor sonrió e empezó a juguetear con los dedos sobre su pecho.

Phoebe tocó en la puerta de la habitación de Patricia.
PHOEBE: ¿Puedo pasar?
PATRICIA: Claro.
PHOEBE: ¿Qué tal te encuentras?
PATRICIA: Bien, ¿y tú? Tienes un chichón bastante grande.
PHOEBE: Bueno, así hemos descubierto que si te das un cabezazo tu poder no afecta.
PATRICIA: Pero lo que no logro entender es por qué mi poderes os afectan.
PHOEBE: Porque tu nuevo poder no es de bruja.
PATRICIA: ¿Ha vuelto ya Owen?
Phoebe negó con la cabeza.
PATRICIA: Os habéis casado... ¿crees que estará en problemas?
PHOEBE: No lo sé... estoy asustada.
Patricia le agarró de la mano y le sonrió.
PATRICIA: He estado pensando en Alice.
PHOEBE: Yo también, deberíamos ir a visitarla.
PATRICIA: He pensando lo mismo, ¿qué te parece si vamos mañana?
PHOEBE: ¿Crees que querrá vernos?
Patricia no dijo nada y ambas se miraron
PHOEBE: ¿Vas a llamar al chico de la cita?
Patricia negó con la cabeza
PHOEBE: Seguro que no le dará importancia a lo ocurrido, no seas tonta
PATRICIA: No, no es eso (sonriendo) Cuando ocurrió no me di cuenta pero ahora que ha pasado el tiempo lo tengo claro. Cuando Shiva y Parvati se besaron...
Sabes que estuvo coqueteando conmigo para activar mis poderes, así que creo que a modo de agradecimiento me enseñó mi futuro.
PHOEBE: ¿Qué quieres decir?
PATRICIA: Que me vi a mí, dentro de unos años, con unos niños preciosos y un hombre a mi lado. Y aunque no tenga claro quién era ese hombre sí te puedo decir que no era Roberto.


Escrito por diccionary

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